La contienda electoral española se intensifica a medida que la ventaja del Partido Popular (PP) sobre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) experimenta un notable estrechamiento, ubicándose apenas 1,9 puntos porcentuales por encima de los socialistas. En un escenario político marcado por cambios y fluctuaciones, la última encuesta revela un panorama cada vez más competitivo de cara a futuros comicios.
El PP, bajo la dirección de Alberto Núñez Feijóo, parece encaminarse a liderar una eventual contienda electoral, aunque su previa ventaja significativa sobre el PSOE se ha visto reducida drásticamente. Datos recientes indican que el partido conservador recibiría el 33,5% de los votos, apenas un ligero descenso en comparación con el mes anterior, pero suficiente para evidenciar una tendencia de decrecimiento.
Por otro lado, el PSOE ha logrado acortar la distancia que lo separaba del PP, alzándose con el 31,6% en intención de voto, un ascenso de punto y medio en relación al mes pasado. Este incremento refleja un progreso sustancial en los últimos tres meses, periodo durante el cual los socialistas han fortalecido su posición frente a su principal competidor.
La dinámica entre los llamados bloques de derecha e izquierda también refleja un estrechamiento en sus diferencias, ubicándose ahora en apenas 4,2 puntos a favor de la derecha. Esto ocurre en un contexto donde se observa una lealtad notablemente alta hacia el PSOE, que retiene al 84,6% de su electorado, colocado justo por encima del PP, que logra el 83,2%.
La figura del presidente Pedro Sánchez emerge con una valoración favorable, situándole como el líder político con mejor imagen ante la opinión pública, seguido por Yolanda Díaz. En contraste, la popularidad de Alberto Núñez Feijóo muestra cierto declive, y Santiago Abascal, de Vox, continúa siendo el peor valorado.
En cuanto a otros componentes del espectro político, como Sumar y Podemos, ambos enfrentan desafíos significativos. Sumar, a cargo de Yolanda Díaz, observa una bajada persistente en su respaldo, reflejando una disminución desde el 12,3% obtenido en las pasadas elecciones generales a un 8,6% en las más recientes encuestas. Similarmente, Podemos también ve mermar su apoyo, descendiendo al 2,7% en la última medición. Este trasvase de votos no solo ilustra las dificultades de estos partidos para mantenerse a flote en el panorama político, sino también una consolidación del apoyo hacia el PSOE, perjudicando a las formaciones más pequeñas de la izquierda.
Este panorama refleja un escenario político en constante cambio, donde la fuerza relativa de los partidos podría fluctuar aún más conforme se acercan futuras contiendas electorales. La disminución en la ventaja del PP sobre el PSOE, junto con el desafío constante que enfrentan otras agrupaciones políticas, augura una fase de reconfiguración y estrategia entre las principales fuerzas del país.