En un movimiento significativo para el futuro de Telefónica, el Consejo de Administración de la compañía decidió, en un consejo extraordinario celebrado este sábado, que José María Álvarez-Pallete dejaría su cargo como presidente. Esta decisión, atribuida a una reconfiguración en la estructura accionarial que ha tomado forma en las últimas semanas, obedece a la influencia de nuevos accionistas, destacando el papel de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) y el respaldo de la empresa saudí STC.
Álvarez-Pallete, quien había liderado la empresa durante casi una década enfrentando numerosos retos, se vio presionado por la entrada de accionistas que demandaban un cambio en la gestión. La compañía emitió un comunicado donde señala la necesidad de iniciar una nueva etapa en la presidencia ejecutiva, sugiriendo la urgencia de adaptar la empresa a las «nuevas fuerzas» que definirán su rumbo.
Marc Murtra, quien asumirá la presidencia, es un destacado ejecutivo con lazos cercanos al Gobierno de Pedro Sánchez. En su actual puesto como presidente de Indra, Murtra ha demostrado ser un actor clave en las relaciones entre el Gobierno y varias grandes corporaciones del país. Su conexión con el PSC y la Fundación Bancaria ‘la Caixa’ le otorgan un perfil de consenso tanto para los accionistas públicos como para los privados, aumentando la estabilidad en esta nueva etapa.
El nuevo presidente trae consigo una experiencia cardinal en la conducción de grandes empresas y una comprensión del tejido político y empresarial que rodea a Telefónica. Su nombramiento no solo busca crear una sintonía entre la operadora y las principales instituciones españolas, sino también fortalecer la relación con entidades como la SEPI, cuya participación ha crecido en los últimos años.
El cese de Álvarez-Pallete no se produce de manera aislada, ya que la estructura accionarial de Telefónica ha experimentado un cambio radical en los últimos tiempos. En 2023, STC adquirió un 9,9% de la compañía, mientras que el Gobierno español reanudó su involucramiento en el capital al comprar un 10%. Esta serie de movimientos ha complicado la situación para el ex presidente, ya que se encuentra ante un accionariado que representa diversos intereses.
Con el cambio de liderazgo, es de esperar que Telefónica también enfrente una revisión de los miembros de su consejo directivo. Los actores clave como la SEPI, Criteria y STC podrían demandar una mayor influencia en el máximo órgano de decisión de la compañía. Este entorno sugiere la necesidad de establecer un delicado equilibrio entre los diversos intereses que ahora moldean el futuro de Telefónica.
