La Sexta ha estrenado recientemente «Caso», una serie documental que se sumerge en las profundidades de un notorio crimen que sacudió a la ciudad de Zaragoza en la década de los 90. Este caso, que involucra la trágica muerte de Mercedes Lázaro y cobró un segundo aliento 23 años después debido a un hallazgo inesperado, ha vuelto a capturar la atención del público y de los medios. A pesar de que la investigación inicial se vio obstaculizada por la falta de pruebas concluyentes, el crimen no quedó en el olvido.

Este documental trae a la luz cómo, tras la muerte de Lázaro, otro asesinato ocurrido 42 días después proporcionó una pista crucial que había sido pasada por alto. Los periodistas Carlos Quílez, Bea Osa y Cruz Morcillo han revisado meticulosamente los archivos del caso, encontrando vínculos con otros dos asesinatos en Zaragoza. Un detalle en apariencia menor, una medalla de manufactura americana encontrada al lado de otra víctima, Eva María, se reveló como un elemento clave para reabrir el caso años después.

La investigación tomó un giro intrigante al vincular la medalla y una técnica de asesinato específica con una base militar estadounidense situada en Zaragoza y un taller italiano creador de la medalla. La aparición de un testigo crucial, que proporcionó una descripción detallada de un sospechoso extranjero y atlético, inyectó nueva vida a un caso que parecía estar en punto muerto.

La tenacidad de los investigadores encontró su recompensa en 2015, cuando el análisis de un nuevo crimen, en el cual la víctima logró sobrevivir, apuntó hacia Malcon-Abdul Harvey. Este individuo, hijo del segundo al mando en la base militar y más tarde sheriff en Georgia, emergió como principal sospechoso. Aunque las evidencias físicas contra Harvey se perdieron accidentalmente, el testimonio de un testigo reafirmó las sospechas, a pesar de que la investigación se complicó con el descubrimiento del certificado de defunción de Harvey.

«Caso» concluye dejando más preguntas que respuestas, presentando la misteriosa desaparición de Harvey como el final de la cadena de crímenes en Zaragoza. Esta tentadora conclusión desafía al público y a las autoridades a contemplar la posibilidad de que el autor de los crímenes haya sido alguien que, a pesar de todo, logró evadir la justicia. Esta serie no solo profundiza en la complejidad de resolver crímenes verdaderos, sino que también destaca cómo detalles aparentemente insignificantes pueden ser la clave para desenmarañar misterios largamente ocultos.