En conversación con el podcast «Tengo un plan», la reconocida presentadora Toñi Moreno compartió cómo su pasión por la comunicación y la televisión la ha llevado a estar más de treinta años delante de las cámaras, una carrera que comenzó en Canal Sur y que hoy la encuentra al frente de programas de gran éxito como «Hoy en día» y «Gente maravillosa». Su capacidad para conectar con la audiencia trasciende los números, convirtiéndose en una figura querida por su calidez y cercanía.
Se aproximan las campanadas de fin de año, un momento que Toñi se prepara para vivir junto a los andaluces desde un marco incomparable: las panorámicas de Sierra Nevada. Este año será especialmente significativo, marcando casi una década desde su primera vez en este rol tan emblemático, el cual recuerda con especial cariño y emoción.
La trayectoria de Moreno no ha estado libre de obstáculos. La presentadora se abrió sobre los momentos de dificultad, especialmente tras su experiencia con «Entre todos», un desafío que, en sus momentos más bajos, la hizo dudar de su futuro en la televisión. Pero su historia es también un ejemplo de resiliencia: un giro inesperado en su carrera la llevó a liderar las tardes de Telecinco con «Viva la vida», gracias a la confianza del director Paolo Vasile.
En su conversación, Toñi enfatizó su filosofía de no menospreciar ningún proyecto, una actitud que atribuye a su felicidad y éxito. Esta mentalidad se puso a prueba en 2018, al tomar las riendas de «Mujeres y hombres y viceversa», un formato que, contra todo pronóstico, terminó disfrutando profundamente. Esta capacidad de encontrar alegría incluso en los lugares más inesperados demuestra su compromiso con cada trabajo y su conexión con la audiencia, independientemente del género televisivo.
«Gente maravillosa», el programa que dirige actualmente, se ha ganado el corazón de los televidentes al enfocarse en la bondad y las acciones positivas de las personas, en un tiempo donde las malas noticias parecen predominar. Toñi destacó la importancia de dar visibilidad a aquellos héroes cotidianos cuyas historias, aunque no siempre hagan titulares, son fundamentales para tejer una sociedad más compasiva.
Toñi también ha reflexionado sobre la complejidad humana, reconociendo que en su camino se ha topado con personas cuya conducta ha sido desafiante, aprendiendo a poner límites e invirtiendo en su salud emocional para poder decir «no» cuando es necesario. Esta honestidad y autodescubrimiento subrayan cómo, a través de los altibajos, ha encontrado lecciones valiosas que han moldeado tanto su carrera como su vida personal.
La historia de Toñi Moreno es un recordatorio de que el éxito y la felicidad no son líneas rectas, sino caminos llenos de aprendizaje, adaptación y crecimiento personal. Su viaje demuestra que, a pesar de las adversidades, la pasión por lo que uno hace y la capacidad de conectar con los demás pueden llevar a una carrera llena de éxitos y satisfacciones.

