En una actualización reciente de sus proyecciones económicas, el Fondo Monetario Internacional ha otorgado a España una posición destacada entre las economías de la eurozona, reflejando optimismo sobre su futuro económico inmediato. La nación ibérica, descrita por el FMI como «brillante», se espera que mantenga un crecimiento del 2,4% en este año, marcando una notable recuperación apoyada por el repunte del consumo, la mejora de las inversiones y la significativa ayuda recibida de los fondos europeos.
Según Petya Koeva Brooks, directora de investigación del FMI, España no solo superará el crecimiento medio de la eurozona sino que también se situará por encima de otras grandes economías del bloque, como Alemania, Francia e Italia. Este rendimiento se debe, en parte, a una notable mejora en diversos sectores de la economía española. La disminución de la inflación, que ha aumentado los ingresos reales de los consumidores, junto con el fortalecimiento de las inversiones y la recuperación de las exportaciones, han posicionado a España entre las economías más dinámicas del euro.
Mientras la economía española se proyecta en un camino prometedor, el FMI ha señalado que la economía global enfrenta al mismo tiempo importantes desafíos, incluida una inflación obstinadamente alta y un creciente proteccionismo comercial. Se mantiene la previsión de crecimiento mundial en un 3,2% para este año, pero la persistencia de la inflación, según Pierre Olivier Gourinchas, economista jefe del FMI, podría impulsar a los bancos centrales a mantener los tipos de interés elevados por más tiempo.
Además, el proteccionismo comercial se ha hecho más evidente en 2023, con más de 3.000 medidas implementadas hasta la fecha, un incremento notable desde 2019. Este auge del proteccionismo surge como un asunto de creciente preocupación que amenaza con provocar represalias e introducir distorsiones en el comercio mundial, señalando indirectamente las políticas comerciales propuestas por figuras como Donald Trump.
Otro tema de interés para el FMI es la situación de la deuda en Estados Unidos, que cada vez depende más de los mercados para su financiamiento. Aunque hasta el momento los rendimientos de la deuda se han mantenido bajos, la creciente deuda del país emerge como una preocupación significativa de cara a la sostenibilidad a largo plazo. El FMI apunta que el manejo de esta creciente deuda se presentará como un desafío para el próximo presidente de EE. UU., quien deberá enfrentar este dilema fiscal en un escenario donde los intereses de la deuda podrían empezar a escalar, marcando un tema crítico de vigilancia para el futuro económico estadounidense.
Este panorama refleja no solo la diversidad de desafíos y oportunidades a nivel global sino también la capacidad de recuperación y adaptabilidad de las economías frente a circunstances cambiantes, donde España se destaca como un caso de éxito dentro del complejo tejido económico mundial.
