En una importante operación desarrollada por las fuerzas de seguridad, seis integrantes de la banda los Trinitarios fueron arrestados por su participación en el asesinato de un joven de 23 años, conocido como Álex, en el distrito de Tetuán, Madrid. Esta acción policial pone de manifiesto el complejo entramado de violencia entre bandas que opera dentro de la capital española.
Álex, quien se describía como un miembro prominente de los Trinitarios, fue víctima de una emboscada en la conocida calle de Bravo Murillo. Seis asaltantes encapuchados lo cercaron y atacaron, propinándole una estocada que impactó directamente en su corazón. A pesar de sus esfuerzos por escapar, las heridas resultaron ser mortales, provocando su caída unos metros más adelante, donde falleció debido a las lesiones.
La investigación que llevó a la detención de estos sospechosos fue meticulosamente ejecutada por el Grupo VI de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía Nacional de Madrid. A través de un riguroso trabajo, se logró dilucidar que el homicidio de Álex fue el resultado de una disputa interna por el poder dentro de la misma banda, entre dos facciones conocidas como los 4K, originarios del área de Cuatro Caminos, y un grupo escindido denominado «La Ventilla».
Los arrestos se llevaron a cabo en octubre, logrando capturar a cinco de los implicados directamente en el distrito de Tetuán. Sin embargo, un sexto participante logró huir de España justo después del crimen, lo cual requirió de la cooperación internacional a través de la Interpol para su localización y extradición. Entre los detenidos, se incluye a un menor de edad.
Este trágico evento se inscribe dentro de un patrón de confrontaciones violentas entre facciones rivales de los Trinitarios. Aunque inicialmente se pensó que el ataque pudo haber sido obra de bandas adversarias, como los Dominican Don’t Play, las indagaciones rápidas apuntaron a un conflicto interno.
El problema de la violencia de bandas en Madrid, en el cual los Trinitarios desempeñan un papel central, continúa siendo un desafío significativo. La detención de estos seis individuos representa no solo un importante avance en la lucha contra este tipo de organizaciones criminales, sino también subraya la imperiosa necesidad de abordar las dinámicas de las bandas juveniles y su impacto en la seguridad y convivencia en las ciudades.