Bilbao se encuentra en un ambiente de euforia con el regreso del Athletic Club a la Champions League, un evento que no se vivía en la ciudad desde hace una década. El equipo dirigido por Ernesto Valverde se enfrentará al formidable Arsenal, dirigido por Mikel Arteta, en un choque que promete ser intenso. La cita en San Mamés se presenta como una oportunidad única para que los leones vuelvan a brillar en el escenario europeo.

El conjunto inglés es conocido por su juego vertical y su potente ataque liderado por Gyokeres. Sin embargo, el verdadero motor del Arsenal está en su centro del campo, donde Martín Zubimendi, un refuerzo estelar, ha logrado adaptarse rápidamente. Valverde es consciente de la importancia de neutralizar su influencia en el juego. Para ello, el plan del técnico talaverano implica una presión efectiva desde Sancet, buscando interrumpir el primer pase hacia Zubimendi y así desarticular el circuito ofensivo británico.

En el duelo, es esencial la actuación de Galarreta y Jaureguizar, quienes formarán un doble pivote que deberá ser contundente para frenar las incursiones de Mikel Merino y limitar el impacto de Declan Rice, un jugador capaz de cambiar el rumbo del encuentro en cualquier momento.

Zubimendi ha causado una impresión notable desde su llegada al Arsenal, acumulando varios minutos en la Premier League y destacando por su habilidad para recuperar y distribuir el balón. Su conexión con los delanteros del equipo ha sido clave para mejorar el rendimiento ofensivo, otorgando mayor libertad de movimiento a jugadores como Eberechi Eze y Gyokeres, lo que incrementa las opciones de ataque del conjunto londinense.

El regreso a la Champions para el Athletic no solo se transforma en un reto deportivo, sino en un emblemático evento para los aficionados. La última participación del club en este torneo se remonta a la temporada 2014-15, tras una histórica eliminatoria contra el Nápoles. Con la afición al límite de la ilusión, el equipo busca no solo sumar puntos, sino también escribir un nuevo capítulo en su historia reciente, llenando San Mamés de pasión y esperanza.

El Arsenal llega a este encuentro con la firme intención de demostrar su evolución. Tras quedarse cerca de las semifinales en la última edición de la Champions, esperan reponerse y cimentar su posición como uno de los contendientes serios del torneo. Si bien los enfrentamientos previos son escasos, este será el primero a nivel oficial, lo que añade una capa extra de emoción y expectativa.

El partido se convierte no solo en una oportunidad para el Athletic de resurgir en el panorama internacional, sino también en un evento que resonará en la memoria colectiva del País Vasco, donde la victoria se anhela como un símbolo de orgullo e identidad.