En un mundo donde la búsqueda de la longevidad es cada vez más apremiante, Marbella se ha convertido en un epicentro de este movimiento gracias a la labor del doctor Manuel de la Peña Alonso-Araújo. Este médico, conocido por su descubrimiento del yacimiento de supercentenarios en Andalucía, ha captado la atención de las biotecnológicas de Silicon Valley, que están invirtiendo millones en detener el envejecimiento, un proyecto tan ambicioso que cuenta con el respaldo de figuras como Elon Musk y Jeff Bezos.
Recientemente, De la Peña fue recibido en Ojén por el alcalde Juan Merino, quien destacó la relevancia de adoptar hábitos saludables para fomentar una vida larga y libre de enfermedades. Durante su discurso, el doctor subrayó que el envejecimiento no debe ser sinónimo de declive, sino una oportunidad para reinventar la vida con propósito, un concepto que refuerza su obra literaria «Guía para vivir sanos 120 años».
Uno de los elementos centrales en sus charlas es la importancia de la microbiota intestinal y los probióticos, sustentados en ejemplos de longevos como María Branyas, quien vivió hasta los 117 años. Asimismo, De la Peña ha exaltado las propiedades de los «senolíticos», sustancias que podrían modificar la biología del envejecimiento celular, potenciadas por la inteligencia artificial que evalúa más de 800,000 moléculas en la actualidad.
La ciudad costera ha sido testigo del entusiasmo del doctor en diversas presentaciones, como su reciente discurso en el Trocadero Arena de Marbella y sus encuentros con los miembros del Club de los Rotarios en Puente Romano. En estos eventos, incitó a los presentes a abrazar un estilo de vida saludable, lo cual, a su juicio, es el camino hacia una vida plena y satisfactoria.
La contribución de De la Peña no ha pasado desapercibida. Recientemente, fue condecorado como embajador de la salud y de la vida por la Academia de la Diplomacia en Sevilla, confirmando su papel como una personalidad clave en el campo de la longevidad. Desde su liderazgo en el Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, continúa guiando investigaciones que prometen mejorar la calidad de vida a través de innovaciones científicas y tecnológicas. Así, Marbella no solo se erige como un lugar paradisíaco, sino también como un centro neurálgico en la búsqueda de una vida extensa y saludable.
