En un panorama laboral marcado por las secuelas de la pandemia, España se enfrenta a una situación laboral atípica que desafía las percepciones tradicionales del empleo. A pesar de alcanzar cifras récord de empleabilidad, con más personas en la fuerza laboral que nunca antes, el país experimenta también un aumento sin precedentes en el número de trabajadores que, estando empleados, no realizan sus labores efectivamente. Datos recientes del Observatorio Trimestral del Mercado Laboral de Fedea y BBVA Research destacan que alrededor de 2,2 millones de personas se encontraron en esta coyuntura durante el primer trimestre de 2023.
Este curioso fenómeno laboral no solo supera las cifras registradas antes de la crisis sanitaria, sino que también establece un nuevo récord histórico, incluso omitiendo el período extraordinario de confinamiento y ERTE de 2020. En comparación, el año 2008 vio un pico anterior de 1,9 millones de trabajadores en esta situación.
La principal explicación detrás de este incremento en trabajadores no activos radica en dos factores: las vacaciones y las bajas por motivos de salud, incluyendo enfermedad, accidentes o incapacidad. Estas causas representan la mayor parte de las ausencias, evidenciando un aumento considerable en el número de empleados que disfrutan de períodos de descanso o se encuentran bajo licencia médica.
Este fenómeno indica un cambio en el ecosistema laboral y las políticas de recursos humanos en el período pospandemia. El espectro de profesionales afectados es amplio y refleja una transformación en la dinámica laboral que no se limita a aumentos en las ausencias por descanso o enfermedad, sino que también abarca permisos por paternidad, maternidad o excedencias laborales.
Marcel Jansen, investigador de Fedea, y Libertad González, profesora en la Universidad Pompeu Fabra, enfatizan la relevancia de comprender estos cambios estructurales. Sostienen que este fenómeno podría evidenciar una disminución en la preocupación por las repercusiones de tomar bajas laborales, o un cambio en la percepción respecto a la necesidad de la presencia física en el trabajo después de la pandemia.
Sin embargo, esta situación plantea interrogantes significativos sobre la productividad nacional. A pesar del crecimiento en la cifra de empleados, no se ha observado una recuperación notable en la productividad por hora trabajada. Esto sugiere que la eficiencia laboral podría estar siendo comprometida por la elevada cantidad de trabajadores que no están contribuyendo de manera efectiva.
En resumen, el mercado laboral en España parece estar en un momento crucial, donde las dinámicas y políticas de empleo deben evolucionar para adaptarse a una realidad donde el trabajo no siempre se correlaciona con la presencia física. Este escenario ofrece una oportunidad única para reconsiderar las estrategias de empleo y productividad, enfrentando el desafío de equilibrar flexibilidad con eficiencia en el contexto de una economía en transformación.