En una nueva aparición televisiva que ha reavivado la controversia alrededor de una de las sagas familiares más seguidas de España, la antigua niñera de la familia Pantoja, conocida simplemente como Dulce, ha vuelto a ser centro de atención. Esta vez, su regreso a la pantalla se produjo en el programa ¡De viernes! de Telecinco, sumándose así a una larga lista de intervenciones que han marcado el pulso mediático del clan Pantoja desde la desaparición del formato Deluxe.
La presencia de Dulce en el programa no solo sirve de eco a las declaraciones que Isa Pantoja, la hija menor de la matriarca Isabel Pantoja, hiciera apenas una semana atrás en el mismo espacio. En esta ocasión, la exniñera trajo a la luz detalles que provocaron un vivo debate entre el público y añadieron capas a la ya complicada relación dentro de la familia Pantoja. Isa, quien no ha dudado en manifestar su descontento por cómo su madre y otros miembros de la familia la han tratado, encuentra en Dulce una voz que expone, sin tapujos, vivencias hasta ahora desconocidas o poco comentadas por la prensa.
Uno de los momentos destacados durante la intervención de Dulce fue su relato sobre el «manguerazo», un incidente en el que Kiko Rivera, hermano de Isa, supuestamente la roció con agua tras descubrir sus primeras relaciones sexuales. Dulce describió este episodio como «inhumano», enfatizando que habría intervenido si hubiera estado presente. Además, reveló otros actos considerados abusivos, como el corte forzado del cabello de Isa para evitar que saliera de casa, lo que calificó de «brutal».
Visiblemente emocionada, Dulce compartió también cómo Isa se enfrentó al doloroso momento de descubrir su adopción, pintando con sus palabras un panorama desolador de lo que fue crecer en el ojo del huracán mediático. Estas revelaciones, lejos de ser meras anécdotas, señalan la complejidad y los desafíos de las dinámicas familiares tras las cámaras, ofreciendo una perspectiva más humana y, a veces, dolorosa de la vida de los Pantoja.
Con su testimonio, Dulce no solo busca arrojar luz sobre episodios lamentables de la familia, sino también enviar un mensaje contundente a Kiko Rivera, marcando distancia respecto a conductas que ella misma considera inaceptables. Su paso por ¡De viernes! cierra otro capítulo en la intrincada narrativa de los Pantoja, una saga que sigue suscitando un interés masivo y generando debate entre el público y la prensa española.