La reciente polémica suscitada por el caso de un donante de semen danés implicado en 200 embarazos y portador de una mutación genética ha encendido las alarmas en la sociedad. Sin embargo, la Dra. Miren Mandiola, directora del Laboratorio de Reproducción Asistida en Donostia, ha transmitido un mensaje de tranquilidad. Según la especialista, el caso es excepcional y destaca que en España se aplican estrictos protocolos médicos y genéticos a los donantes, ofreciendo más garantías que un embarazo natural.
En España, la legislación exige estudios obligatorios para los donantes, que incluyen antecedentes familiares y pruebas genéticas. No obstante, la Dra. Mandiola subraya que, a pesar de estos controles rigurosos, es imposible detectar todas las mutaciones, especialmente en enfermedades raras. Esto se debe a que los paneles de estudio se actualizan constantemente con avances científicos.
La Dra. Mandiola enfatiza que el uso de donantes en clínicas reguladas proporciona mayor protección en comparación con la concepción natural, donde no suelen realizarse estudios genéticos previos. Al explicar el caso del donante danés, menciona que la mutación no se detectó en pruebas convencionales debido a su naturaleza como mosaicismo germinal.
En España, la regulación limita los nacimientos a seis por donante para mitigar riesgos. La Dra. Mandiola hace hincapié en la necesidad de una comunicación fluida con los pacientes para informarles sobre riesgos genéticos, permitiendo así un seguimiento adecuado de los niños.
Sobre la posibilidad de realizar pruebas genéticas rutinarias a todos los niños nacidos mediante donación, la especialista no lo considera necesario, ya que ni siquiera los niños concebidos naturalmente se someten a exámenes exhaustivos. La clave, señala, es gestionar el número de nacimientos por donante y coordinar regulaciones a nivel europeo, reconociendo que un riesgo cero es inalcanzable.
La Dra. Mandiola concluye destacando los avances en genética y tecnología que, durante las últimas dos décadas, han mejorado la seguridad en los tratamientos de reproducción asistida. Aunque la noticia ha provocado miedo e incertidumbre, los procedimientos actuales en clínicas reguladas garantizan una seguridad significativa frente al embarazo natural.
