El famoso Carnaval de Cádiz ha vivido uno de sus episodios más controvertidos en años recientes, cuando la chirigota «Abre los ojos» se convirtió en el centro de una discordia sin precedentes desde el año 2013. La noche del domingo 2 de febrero de 2025 en el Gran Teatro Falla estuvo marcada por la controversia, luego de que este grupo, etiquetado por algunos sectores como ‘negacionista’, presentara pasodobles cuestionando la versión oficial de la pandemia, lo que encendió un debate sobre la libertad de expresión en España.
El incidente comenzó a tomar forma desde el inicio de su actuación. Los responsables de la transmisión en Onda Cádiz TV, encargados de llevar a cabo la fase preliminar del Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz (COAC), mostraron su desconcierto por las letras del grupo y lamentaron lo que consideraron una falta de organización y profesionalidad por parte de la chirigota, introducida por el actor y humorista Óscar Terol.
El descontento del público se hizo palpable cuando, de manera masiva, comenzaron a abuchear al grupo. La tensión alcanzó un punto álgido cuando una de las integrantes de la chirigota no pudo contener las lágrimas ante la reacción del público. Ketty Balber, directora del grupo, se acercó entonces al borde del escenario para enfrentarse tanto a la audiencia presente como a los medios, catalogando la situación como una «vergüenza».
Durante una conexión en directo, Balber expresó su enfado y su frustración, situación que la reportera Laura Jurado intentó manejar solicitando respeto y recordando que el Carnaval debería ser una celebración de la libertad. Sin embargo, ante la insistencia de Balber en su discurso, la periodista se vio obligada a cortar la transmisión.
Este incidente ha desatado una ola de reacciones en redes sociales y entre miembros de la comunidad del Carnaval de Cádiz, propiciando un importante debate sobre dónde se trazan los límites de la libertad de expresión dentro de los espacios culturales y festivos. A pesar de la polémica generada, el episodio ha servido para reflejar la complejidad de las tensiones socio-políticas y culturales en España, subrayando la necesidad de un diálogo respetuoso y constructivo incluso frente a las diferencias más marcadas.