Galicia se erige como uno de los emblemas paisajísticos más cautivadores de España, ofreciendo una rica amalgama de pazos, abadías, playas, rías y montañas. Su exquisita gastronomía y vinos, concretamente el Albariño, atraen a millones de turistas cada año, ávidos de descubrir los tesoros tanto icónicos como ocultos de la región. Este reportaje lleva al lector a través de una Galicia menos transitada, donde cada rincón guarda una sorpresa.
Un punto de partida idílico podría ser Cambados, capital del Albariño, cuya Plaza de Fefiñanes alberga un imponente pazo y una iglesia, ambos esculpidos en granito. Este pazo, renombrado por su puente del arco y ser el primer lugar en embotellar vino Albariño, es un reflejo de la simbiosis entre historia y viticultura. Además, la cercana Plaza de As Rodas y la pintoresca calle Hospital ofrecen un vivaz ambiente urbano. En San Tomé, se pueden visitar joyas como la Torre de San Sadurniño, la Capilla de la Valvaner y el Museo Casa del Pescador, mientras que el cementerio de Santa Mariña añada un toque gótico y misterioso.
Los amantes del arte deben visitar la Fundación Manolo Paz, en la comarca del Salnés, donde las esculturas del artista se exhiben al aire libre en un paraje único a orillas del río Umia. A tan solo cuatro kilómetros de Cambados, este museo es una parada imprescindible.
El mar juega un papel crucial en la vida gallega y un viaje en barco a la Isla de la Toja, conectada a O Grove por un puente del siglo XIX, promete una experiencia rejuvenecedora en un entorno de balnearios y naturaleza. La isla es famosa por su Gran Hotel La Toja y su capilla recubierta de conchas de vieira, una visita peculiar donde incluso contrajo matrimonio Mariano Rajoy. O Grove y la Playa de La Lanzada, famosa entre surfistas y conocida por sus leyendas de fertilidad, exudan encanto natural y espiritual.
Sanxenxo, apodada la capital del turismo en las Rías Baixas, cobra vida con su “movida”, playas y tapeo. Su puerto, orientado al turismo, se convierte en un punto neurálgico durante el verano.
Desde Cambados, el recorrido hacia el norte está salpicado de rutas históricas como la del Padre Sarmiento y la Traslatio, que recrean el viaje del cuerpo del Apóstol Santiago. Estas rutas permiten descubrir un mosaico de paisajes, viñedos y pueblecitos marineros, culminando en escenarios tan pintorescos como la Ría de Arousa.
La excursión “Ruta de las Artes de Pesca” en el puerto de O Xufre revela secretos del marisqueo y el cultivo del mejillón, mientras el Parque Natural de Carreirón invita al avistamiento de aves y a la admiración de playas de cristalinas aguas.
El viaje por O Salnés también permite explorar la casa museo de Ramón del Valle-Inclán en Vilanova de Arousa y el Pazo de Vista Alegre en Vilagarcía de Arousa, antes de adentrarse en la histórica Catoira, famosa por sus Torres del Oeste. La Ruta Traslatio finalmente se encamina hacia Santiago de Compostela, el epicentro espiritual de Galicia.
La gastronomía gallega es uno de los grandes placeres del viaje, con una tradición culinaria que enfatiza productos del mar de insuperable calidad. El taller de cocina de la chef Rocío Garrido Caramés en el Hotel A Quinta de San Amaro ofrece una experiencia vivencial inolvidable.
El vino Albariño, reconocido mundialmente, puede degustarse en numerosas bodegas, muchas ubicadas en pazos históricos. Un enclave icónico es el Pazo Baión, antiguamente propiedad de figuras infames como Laureano Oubiña, ahora dedicado a la producción de Albariño y abierto a visitas y catas.
Esta ruta por la Galicia más auténtica no solo enriquece con paisajes y monumentos, sino que también ofrece una profunda conexión con la historia, la cultura y los sabores de esta tierra incomparable.
