En un giro innovador que fusiona botánica y astrología, expertos han desarrollado un método para identificar una flor simbólica para cada persona, basado en su fecha de nacimiento. No se trata solo de asignar una planta, sino también de revelar aspectos significativos de la personalidad y destino a través de la floriografía, el lenguaje de las flores.
Este enfoque ha captado la atención de aquellos interesados en comprender más sobre sí mismos y su conexión con la naturaleza. Según estos especialistas, cada mes del año está asociado con una flor específica que simboliza determinadas cualidades o características. Por ejemplo, los nacidos en enero se asocian con el clavel, que representa amor y admiración, mientras que quienes nacen en julio tienen el nenúfar, símbolo de purificación y renovación.
La práctica sigue la tradición de otras ciencias y creencias que buscan sentido en la naturaleza y en los ciclos del tiempo. La botánica y experta en floriografía, Marta Rodríguez, comenta: «Las flores han sido utilizadas durante siglos para transmitir mensajes y expresar emociones. Es fascinante cómo una planta aparentemente simple puede simbolizar aspectos profundos de nuestra vida y esencia».
Tomemos el caso de individuos nacidos en marzo, cuya flor representativa es el narciso, que simboliza esperanza y nuevos comienzos. «El narciso florece cuando el invierno está terminando y la primavera está en camino, lo que simboliza perfectamente la capacidad de las personas nacidas en marzo para sobreponerse a las adversidades y renovarse», explica Rodríguez.
Para los nacidos en diciembre, la flor simbólica es el acebo, conocido por su fortaleza y resistencia, características que describen a quienes nacen en el último mes del año. «El acebo es una planta que se mantiene firme incluso en las temperaturas más frías. Quienes nacen en diciembre suelen ser personas resilientes y constantes», añade la botánica.
La recepción de esta propuesta ha sido positiva. Sara García, una joven de 28 años, comenta: «Siempre me ha gustado la astrología y las flores, así que esta fusión me parece súper interesante. Según este método, mi flor es la caléndula y, al leer sobre su significado, me siento muy identificada. Resulta que la caléndula simboliza el optimismo y la alegría, cualidades que siempre he sentido muy presentes en mi vida».
Las floristerías también han encontrado en esta tendencia una nueva oportunidad de negocio, ofreciendo arreglos personalizados basados en las flores de nacimiento. Juan Pérez, propietario de una floristería en el centro de la ciudad, afirma: «Hemos visto un aumento en la demanda de ramos que incluyen flores simbólicas. A la gente le encanta comprarlos para regalos de cumpleaños o simplemente para decorar su espacio personal con un toque más significativo».
En conclusión, la práctica de asociar flores con la fecha de nacimiento no solo añade un nivel adicional de personalización y significado a los regalos y las decoraciones, sino que también ofrece una reflexión más profunda sobre nuestra conexión con la naturaleza y cómo resuena con nuestra identidad. Sin duda, es una tendencia floreciente que promete quedarse.
