En una reciente emisión de «Tu cara me suena», Bertín Osborne regresó al escenario para enfrentarse a un nuevo y emocionante desafío. Tras sorprender al público y al jurado con una imitación de Omar Montes que le valió la tercera mejor puntuación en su debut, esta vez el artista tuvo que adentrarse en el mundo del rock encarnando a Elvis Presley con el tema «Burning Love». Aunque a priori parecía un reto a su medida, Osborne encontró dificultades, especialmente con el ritmo de la canción desde su entrada triunfal desde el ‘clonador supersónico’.
Durante la velada, Osborne habló sobre cómo ha sido su experiencia en el concurso. Confesó haber sufrido pesadillas después de su primera actuación, aunque aseguró haber superado ese temor. No obstante, su segunda actuación como el rey del rock and roll estuvo marcada por una confusión inicial que, aunque logró superar, no pasó inadvertida para el exigente jurado del programa.
Osborne compartió con humor y sinceridad las dudas que le asaltan a diario sobre su participación en el concurso: «Me levanto todos los días y me pregunto qué hago aquí». Sus palabras reflejan el desafío y la presión que siente al tener que transformarse semanalmente en un nuevo personaje.
A pesar del esfuerzo de Osborne por recuperarse durante su actuación, el jurado fue firme en su evaluación, otorgándole la puntuación más baja de la noche con cuatro cuatros. Chenoa, en un intento por motivarlo, le comentó que su esfuerzo valía «de doce», reconociendo su valentía pero señalando las dificultades que enfrentó en el escenario.
Las reacciones ante su presentación fueron mixtas. Mientras que algunos criticaron su actuación, otros, como el reconocido Àngel Llàcer, elogiaron su coraje por salir de su zona de confort y enfrentarse a nuevos retos semana tras semana. En este sentido, la participación de Osborne en «Tu cara me suena» es un testimonio de su disposición para asumir riesgos y superar las adversidades, demostrando que, más allá de las puntuaciones, lo que verdaderamente importa es el esfuerzo y la audacia para encarar nuevos desafíos.