El proyecto «Del Bosque a tu Casa» ha llegado a su fin después de más de tres años de intenso trabajo en nueve territorios rurales de España. Impulsado por la Fundación COPADE, en colaboración con entidades socias y financiado por la Fundación Biodiversidad del MITECO, la iniciativa se centró en revitalizar zonas afectadas por la despoblación a través del uso sostenible de recursos forestales no maderables, poniendo un énfasis especial en la creación de empleo para mujeres y jóvenes.
Lanzado en 2018 con el impulso de un grupo de mujeres recolectoras de Orea, el proyecto combinó conocimiento ancestral con innovación para desarrollar economías rurales sostenibles. A través de la creación de planes de ordenación y laboratorios, y el uso de tecnologías avanzadas para monitoreo y trazabilidad, logró abrir nuevas oportunidades en estas comunidades.
El equipo estudió más de 30 especies silvestres y agroforestales, dando lugar a planes de aprovechamiento y obradores homologables. Incorporaron un sistema de monitoreo ambiental con sensores y una plataforma blockchain para asegurar la transparencia en la producción, permitiendo a los consumidores conocer el origen de los productos.
El éxito del proyecto estuvo en el acompañamiento personalizado, consolidando iniciativas en cooperativas y microempresas, y fortaleciendo las colaboraciones locales con la creación de la Red DBC. Esta red agrupa a varias entidades en las áreas involucradas.
El impacto es evidente en la rehabilitación de infraestructuras y nuevas actividades productivas en distintas localidades. Un antiguo depósito de agua en Balsa de Ves fue transformado en una bodega; en El Royo, se estableció un obrador comunitario para frutos rojos; y en otros lugares, se desarrollaron proyectos como el cultivo de oliva en Oliete y truficultura en la Serranía de Valencia.
Marta Corella, directora de Bioeconomía en COPADE, destaca que «Del Bosque a tu Casa» prueba cómo el conocimiento local integrado con innovación y cooperación puede revitalizar el medio rural. El proyecto no solo deja territorios más conectados y ciudadanos capacitados, sino también un modelo sostenible que podría inspirar otras regiones rurales en España y Europa, con la esperanza de que sus esfuerzos tengan continuidad.

