En la costa levantina, un antiguo faro del siglo XIX ha sido magistralmente transformado en una residencia de ensueño, generando asombro entre vecinos y visitantes. Situado en un acantilado con vistas panorámicas al mar, este proyecto de renovación ha convertido al vetusto faro en una lujosa vivienda mediterránea equipada con todas las comodidades modernas.
El proceso de renovación, ejecutado a lo largo de casi dos años, fue dirigido por un equipo de arquitectos y diseñadores especializados en la restauración de edificios históricos. Si bien la estructura principal del faro se ha conservado, se han añadido diversas ampliaciones para maximizar el disfrute del entorno natural.
La nueva residencia ahora cuenta con seis amplios dormitorios, cada uno decorado con una armoniosa combinación de autenticidad rústica y toques contemporáneos. Las paredes de piedra originales permanecen en muchas habitaciones, añadiendo un carácter distintivo que se complementa con instalaciones modernas de lujo. Grandes ventanales permiten que la luz natural inunde cada rincón de la casa, creando un ambiente cálido y acogedor.
El exterior del faro ha sido igualmente cuidado. Un amplio jardín mediterráneo, adornado con olivos centenarios y lavanda, rodea la propiedad. Además, una piscina infinita, localizada en el borde del acantilado, ofrece una vista insuperable al horizonte marino. Varias terrazas se distribuyen alrededor de la casa, proporcionando espacios perfectos para la relajación y la contemplación.
La ubicación del faro garantiza una privacidad total, convirtiéndolo en un refugio ideal para aquellos que buscan escapar del ajetreo urbano y reconectar con la naturaleza. Sin embargo, la residencia se encuentra a poca distancia del pueblo más cercano, donde los propietarios pueden disfrutar de la cultura y la gastronomía locales.
Considerado un ejemplo de cómo combinar la conservación del patrimonio histórico con las necesidades y gustos actuales, este proyecto no solo ha preservado una pieza importante de la historia marítima de la región, sino que ha añadido un vibrante nuevo capítulo a la vida del icónico edificio.
Los nuevos propietarios, una familia internacional residente en España, han expresado su entusiasmo y satisfacción con el resultado final. Señalan que más allá de la estética y el lujo, la casa ofrece un profundo sentido de paz y conexión con el entorno que pocas residencias modernas pueden igualar.
El éxito de esta restauración ha generado interés en proyectos similares en la región, sugiriendo una posible tendencia hacia la renovación de edificios históricos con fines residenciales. Este enfoque permite combinar el respeto por la historia con la funcionalidad y el diseño contemporáneo, abriendo nuevas posibilidades para la preservación patrimonial.
