En el ajetreo diario, la lavadora se ha convertido en un aliado indispensable para mantener nuestras prendas limpias y frescas. No obstante, no todo puede ser arrojado al tambor sin consecuencias, y conocer qué artículos evitar meter en la lavadora puede ahorrarnos disgustos y costosas reparaciones.
El calzado deportivo es una de las víctimas más comunes de los lavados impropios. Aunque parece tentador meter esas zapatillas sucias y desgastadas en la lavadora con la esperanza de que emerjan impecables, este método puede ser desastroso. La estructura de los zapatos puede dañarse, y el constante golpeo dentro de la lavadora puede afectar también a la máquina.
En un sentido similar, la ropa de mascota puede representar un problema. Los pelos de perros y gatos no solo permanecen en los tejidos, sino que encuentran la manera de introducirse en los filtros de la lavadora, comprometiendo su funcionamiento. Además, algunas fibras de estas prendas pueden deteriorarse notablemente tras un ciclo de lavado estándar.
La delicada lencería también debería mantenerse alejada de la lavadora. Sujetadores y otras prendas con adornos metálicos pueden engancharse en otras piezas de ropa, causando desgarros tanto en las mismas como en las prendas acompañantes. Bolsas protectoras o lavado a mano son las opciones más seguras para estos artículos.
Los cuidados especiales también aplican a los artículos de piel. La lavadora no es el mejor lugar para este material, ya que las altas temperaturas, combinadas con el detergente, pueden deshidratar y decolorar la piel, dejándola frágil y de mal aspecto.
Mantas y edredones gruesos, aunque pueden parecer aptos para un lavado automático, son demasiado pesados y voluminosos, lo que puede llevar a la sobrecarga de la máquina y un fallo mecánico. Su limpieza es mejor llevarla a cabo en lavanderías con maquinaria adecuada.
Finalmente, la ropa con estampados y detalles brillantes requiere cuidado. Los giros y vueltas de un ciclo normal pueden desencolar los adornos y hacer que los colores se desvanezcan. Lavarlas al revés y en ciclos suaves o directamente a mano puede ayudar a preservar sus cualidades originales.
Tomar en cuenta estas recomendaciones no solo ayudará a mantener nuestras prendas en buen estado, sino que también prolongará la vida útil de nuestra lavadora. Así, evitamos desperfectos innecesarios en el electrodoméstico, promoviendo un uso más consciente y sostenible de nuestros recursos en casa.