El pasado domingo, la alerta se encendió en Sevilla tras la trágica muerte de un hombre de 43 años, originario de Senegal, quien se ahogó en el río Guadalquivir, a la altura del Puente de los Remedios. Este fatal incidente no solo ha conmocionado a la comunidad local, sino que también ha puesto de relieve las tensiones existentes entre las autoridades y la población inmigrante.
El fallecido, conocido como un vendedor ambulante en la avenida de la Constitución, estaba lejos de su puesto de trabajo cuando, en un intento de escapar de un control rutinario de la Policía Local, terminó sumergiéndose en las aguas del río. Este operativo, que buscaba evitar la venta ilegal de productos en la época de festividades, llevó al hombre a cruzar varios puntos de la ciudad hasta llegar al Paseo de las Delicias, donde ocurrió la tragedia.
La Policía Local, representada por su jefe Antonio Luis Moreno, ha defendido su labor, argumentando que el comportamiento del vendedor fue inusual y sorpresivo, al decidir no abandonar su mercancía y lanzarse al río. A pesar de los intentos de los agentes de disuadirlo y de los esfuerzos de rescate de los bomberos, el hombre falleció, lo que ha generado un fuerte sentimiento de dolor y rabia en la comunidad.
El evento ha desatado protestas en el barrio de Los Pajaritos, donde residen numerosos inmigrantes subsaharianos. La indignación se tradujo en altercados frente a la jefatura de la Policía Local, resultando en daños materiales y heridas a dos agentes. Esta situación ha reavivado el debate sobre la gestión de la inmigración y la venta ambulante en la ciudad, cuestiones que ya suscitan controversia en el contexto social actual de España.
Miembros de la comunidad senegalesa han exigido justicia para el fallecido, conocido como Mahmoud, organizando reuniones con autoridades locales y convocando actos pacíficos. Desde la asociación Andalucía Acoge, se ha denunciado la exclusión y el temor que viven muchas personas indocumentadas, haciendo hincapié en la necesidad de implementar políticas que promuevan la inclusión y dignidad de los inmigrantes.
La muerte de este vendedor ambulante plantea un interrogante sobre cómo las políticas de regulación de la economía informal interactúan con los derechos y la dignidad de quienes trabajan en esta esfera, resaltando las profundas divisiones sociales y las tensiones sobre la inmigración que persisten en España.