El reciente auge de las redes sociales y la tecnología digital ha revolucionado la forma en que nos comunicamos, pero este fenómeno también presenta serios desafíos. Con más de 5.500 millones de usuarios de Internet en el mundo, es vital cuestionar cómo estas plataformas impactan nuestras interacciones personales. Julio García Gómez, experto en comunicación social de la Fundación Casaverde, subraya la problemática de la incomunicación que puede surgir del uso excesivo de estas herramientas.
García Gómez advierte que la dependencia de las redes puede llevar a una disminución de la comunicación verbal, una habilidad fundamental que se ha transmitido a lo largo de la historia. Propone una estrategia para contrarrestar esta tendencia, conocida como Plan de Acción Personal de Comunicación (PLAPECOM), que busca amalgamar los avances tecnológicos con interacciones cara a cara auténticas.
El PLAPECOM se basa en tres pilares cruciales: la voz, la imagen y el lenguaje no verbal. Se enfatiza que la voz no solo es un medio de comunicación, sino un poderoso instrumento de persuasión. Es fundamental jugar con diversos tonos y registros, evitando la monotonía, para enriquecer tanto en conversaciones cotidianas como en presentaciones.
La imagen que proyectamos también es vital. García Gómez resalta que nuestra apariencia es la primera impresión que los demás tienen de nosotros, y que crear un estilo personal ayuda a fortalecer nuestra comunicación interpersonal. Además, se debe prestar atención al lenguaje no verbal, que complementa y potencia nuestros mensajes. Gestos, posturas y expresiones pueden ser tan importantes como las palabras mismas.
El experto también recomienda un uso saludable de las redes sociales. Esto incluye establecer límites de tiempo y evitar la obsesión, así como discernir la calidad de las interacciones que mantenemos en estos entornos digitales. Es crucial recordar que las redes no deben reemplazar las conexiones humanas directas, sino actuar como un soporte adicional para el intercambio de ideas y emociones.
La capacidad de interacción personal no debe sacrificarse en favor de la comunicación digital. Solo a través de un uso consciente y equilibrado de las redes sociales podremos aprovechar sus beneficios, sin caer en la trampa de la incomunicación. La voz, la imagen y la comunicación no verbal son herramientas que deben seguir siendo cultivadas en un mundo cada vez más digital.