La política en Valencia vive un momento de inestabilidad tras la renuncia de Cecilia Herrero a su militancia en Vox, partido con el que accedió al Ayuntamiento hace apenas dos años. La concejala anunció su decisión a través de redes sociales, lo que ha generado una oleada de especulaciones sobre los motivos que la han llevado a dar este paso. Se espera que ofrezca más detalles en una rueda de prensa programada para el día siguiente.
Esta decisión viene en un contexto complicado, ya que Herrero es pareja de Juan Manuel Badenas, el portavoz municipal de Vox que fue suspendido de su cargo debido a una investigación por un presunto conflicto de intereses relacionado con un contrato de la empresa Imedes, en la que trabaja la esposa de la delegada del Gobierno, la socialista Pilar Bernabé. Este escándalo ha dejado al grupo municipal de Vox en una situación delicada, evidenciando divisiones dentro del mismo.
La salida de Herrero, sumada a la suspensión de Badenas, ha puesto a la alcaldesa María José Catalá ante la necesidad de una reestructuración del gobierno de Valencia. Esta crisis también le ha hecho perder la mayoría absoluta, complicando así la gobernabilidad de la tercera ciudad de España y dificultando la gestión política en el Ayuntamiento.
Catalá se encuentra en una encrucijada y podría optar por negociar con los dos concejales críticos de Vox y contemplar un acuerdo con concejales no adscritos para mantener el control. Si Vox no logra resolver sus conflictos internos, el entorno de la alcaldesa se muestra decidido a actuar de manera independiente, lo que podría anunciar una nueva etapa de mando en la gestión municipal.
Por otro lado, la defensa pública de Badenas, quien negó cualquier irregularidad en el contrato que se investiga, resalta la fractura entre los miembros de Vox. Su comparecencia, realizada sin el respaldo de su partido, evidencia aún más las tensiones internas y plantea interrogantes sobre la capacidad de representación efectiva de Vox en el Ayuntamiento.
Pese a la crisis interna, las perspectivas sobre la alcaldía de Catalá parecen no verse amenazadas, dado que las relaciones entre Badenas y los partidos de oposición son tensas, lo que dificulta cualquier posible acuerdo. Sin embargo, la alcaldesa y su equipo están determinados a mantener la independencia frente a los problemas que vive Vox, buscando asegurar la estabilidad del gobierno municipal.
La capacidad de Vox para recuperar su posición como socio gubernamental será fundamental en los próximos días y su estrategia ante esta crisis marcará no solo su futuro inmediato, sino también la gobernabilidad en Valencia en un contexto donde ya se han aprobado los presupuestos locales para 2025. Con los retos que plantea la reciente DANA y el horizonte de los presupuestos de 2026, la capacidad de la alcaldesa para formar una mayoría que respalde su gestión se pondrá a prueba en un entorno cada vez más dinámico.
