Durante la inauguración de la Escuela Infantil ‘El jardín de los Infantes’ en Escalona, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, abordó la reciente dimisión de Juan Lobato como líder del Partido Socialista en Madrid. García-Page destacó la «enorme valía» de Lobato, enfatizando que la política no puede prescindir de individuos con su capacidad y compromiso. Sin embargo, el presidente reconoció que no contaba con información completa sobre la problemática interna del PSOE en Madrid, limitándose a lo que se ha difundido en los medios de comunicación.
García-Page, quien también ejerce como secretario regional de los socialistas en Castilla-La Mancha, expresó su aprecio por el trabajo de Lobato, al mismo tiempo que mostró preocupación por el fenómeno de la «quema» de capital político, que afecta no solo a los individuos involucrados, sino que también plantea un desafío generacional y estructural para toda la clase política.
En sus declaraciones, también reflexionó sobre las actitudes destructivas en la política, a raíz de la carta de dimisión de Lobato. García-Page lamentó que la marcha de políticos valiosos a causa de comportamientos negativos resulte en una pérdida significativa para el ámbito político.
Por otro lado, el presidente se refirió a la situación de Miguel Ángel Gallardo, presidente de la Diputación de Badajoz y líder de los socialistas extremeños, defendiendo su trayectoria profesional en medio de los problemas legales que enfrenta. García-Page se mostró esperanzado sobre los posibles desenlaces, deseando justicia y una resolución positiva tanto para sus compañeros de partido como para otros implicados en procesos judiciales.
El discurso del presidente también incluyó críticas hacia la tendencia actual en la política nacional, que parece centrarse más en los conflictos internos de los políticos que en las preocupaciones reales de la ciudadanía. García-Page calificó esta situación como «lamentable» y expresó su inquietud ante lo que describió como una «neurosis» que ha invadido el panorama político nacional, alejando la atención de las verdaderas necesidades de la población.
Las reflexiones de García-Page invitan a una pausa en la agitada dinámica política española, resaltando la importancia del liderazgo y la integridad en un contexto cada vez más complejo y desafiante para los partidos políticos. En un momento crucial para el futuro de la política en España, sus comentarios ofrecen una perspectiva valiosa sobre los retos a los que se enfrentan tanto los líderes como la ciudadanía.