La Junta de Gobierno de Valencia ha tomado un paso significativo al dar inicio a los trámites necesarios para recalificar urbanísticamente cuatro edificios de Telefónica España. Este proyecto no solo busca dar nueva vida a inmuebles operativos que han quedado en desuso, sino que también contempla la creación de 157 viviendas y locales comerciales, generando una plusvalía estimada en 13,4 millones de euros.
La propuesta, que cuenta con el apoyo de la alcaldesa María José Catalá, implica una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Con ello, se pretende cambiar la categoría de cinco parcelas actualmente destinadas a infraestructuras. En este sentido, se contempla la cesión de un solar en Castellar, valorado en 400.000 euros, además de un desembolso que representa el 10% de las ganancias generadas por esta operación, ascendiendo a 872.216,96 euros. Adicionalmente, el Ayuntamiento de Valencia recibirá dos millones de euros en compensación por las cargas urbanísticas resultantes.
Entre los edificios afectados se encuentran:
- Avenida del Puerto (Alameda): Un inmueble de siete plantas que se transformará en un complejo de 56 viviendas, aumentando su altura a ocho plantas.
- Primado Reig (Mestalla): Esta propiedad de seis plantas se adaptará a un total de diez alturas para albergar 45 viviendas.
- Algirós (Calle Conserva): Un edificio de tres plantas será regularizado para dar cabida a 16 viviendas.
- Beato Juan Grande (Cabanyal): Este inmueble de cinco plantas se reconfigurará para crear 40 nuevas viviendas.
El plan se enmarca dentro de la estrategia de Telefónica para revalorar activos heredados de su etapa monopólica, lo que ha generado un intenso debate. Mientras el sector inmobiliario aplaude la iniciativa, diversos grupos ecologistas y la oposición política han manifestado sus preocupaciones acerca del impacto urbanístico que esta recualificación puede conllevar.
La resolución, firmada por la secretaria del Ayuntamiento, María José Ferrer Sansegundo, justifica el cambio de uso de estos espacios al señalar que la evolución tecnológica ha disminuido la necesidad de infraestructuras de tipo tradicional. Esta propuesta avanza después de una aprobación inicial por parte de la Junta de Gobierno, marcando un paso importante en la transformación urbanística de Valencia.