Trágico Balance de Accidentes de Caza en 2024: Once Muertes y 19 Heridos
El año 2024 ha cerrado con un saldo trágico en el ámbito de la caza, reflejando la pérdida de once vidas, de las cuales diez correspondían a cazadores que sufrieron disparos accidentales durante la actividad cinegética. Este lamentable informe, recopilado por Colectivos contra la Caza, también destaca que 19 personas resultaron heridas en estos incidentes.
Cabe mencionar que esta trágica cuenta no incluye aquellos fallecimientos o lesiones causadas por armas de caza en situaciones ajenas a la práctica de la caza, como delitos violentos, actos de violencia de género, o accidentes de tráfico provocados por animales que se escapan o que son utilizados en batidas de caza.
En cuanto a la distribución geográfica, Castilla-La Mancha emerge como la comunidad autónoma más afectada, con un total de cuatro muertes y tres heridos. Andalucía le sigue con tres muertes y un herido. Entre las víctimas de este año se encuentran tres fallecidos en Andalucía (provenientes de las provincias de Granada, Jaén y Córdoba); un caso en Asturias (Cabrales); cuatro muertes en Castilla-La Mancha (dos en Toledo y dos en Ciudad Real); además de un fallecido en Castilla y León (Burgos), otro en Extremadura (Badajoz) y uno más en Madrid (Guadalix de la Sierra).
Aunque Colectivos contra la Caza ha señalado una disminución en el número de heridos entre personas no involucradas en la actividad cinegética en comparación con el año anterior, la organización ha manifestado su preocupación por el aumento en los ataques a personas por parte de perros de caza. También han criticado la escasez de datos oficiales y estudios sobre incidentes relacionados con la caza y la falta de rigurosidad en la información facilitada por el Gobierno.
Frente a esta problemática, Colectivos contra la Caza ha dirigido un llamado urgente al Gobierno, y en particular al Ministerio del Interior, demandando acciones que garanticen la seguridad de los 47 millones de españoles que disfrutan de la naturaleza. La organización aboga por que estos ciudadanos no vivan con el temor de ser alcanzados por un disparo o atacados por perros de caza.
Entre las medidas solicitadas se incluyen la realización de estudios y estadísticas sobre accidentes provocados por cazadores; la atribución de responsabilidad a los cazadores por accidentes de tráfico ocasionados por animales durante y después de las jornadas cinegéticas; controles de alcoholemia y sustancias en cotos de caza; así como la implementación de exámenes psicotécnicos más rigurosos. Además, piden limitaciones de edad para la práctica de la caza, sugiriendo que no se permita a menores de edad ni a mayores de 70 años, y la prohibición de la instrucción sobre el uso de armas de fuego a menores.
Este panorama pone de manifiesto la necesidad urgente de un diálogo y una acción coordinada entre autoridades y organizaciones para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los que comparten el entorno natural de España.
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