El desenlace de «Supervivientes 2024» se tiñó de tensión en la última gala conducida por Carlos Sobera, en donde Aurah Ruiz y Ángel Cristo protagonizaron un inolvidable enfrentamiento. La gala, cargada de emociones intensas, se vio marcada por el regreso de Aurah de los Cayos Cochinos y su confrontación con Ángel Cristo, conocido por su salida disciplinaria del reality tras un altercado con ella.
Durante el encuentro, frente a las cámaras y el público, Ángel Cristo adoptó una postura desafiante, rehusando siquiera a mirar a Aurah cuando esta intentó disculparse por los desafortunados comentarios sobre su familia hechos durante su estancia en la isla. Cristo, hijo de Bárbara Rey, se mostró reacio a participar en el diálogo facilitado por el programa, justificando su actitud con la necesidad de tener tiempo para reflexionar sobre sus pensamientos y emociones.
Carlos Sobera, en su rol de mediador, intentó sin éxito promover una reconciliación entre ambos, instando a Ángel a enfrentar la situación en ese momento crucial. Sin embargo, Ángel se mantuvo firme en su decisión de no discutir el asunto, dejando ver su preferencia por una resolución más serena y razonada fuera del contexto mediático.
El momento álgido de la noche se vivió con la intervención de Alexia Rivas, quien no dudó en criticar la actitud de Ángel, señalando la contradicción entre su comportamiento reticente en el programa y su predisposición a criticar a otros participantes en otras instancias.
Este enfrentamiento capturó la atención no solo de los espectadores sino también de los participantes del programa, evidenciando las complejidades emocionales y relacionales que emergen en contextos de alta tensión como lo es «Supervivientes». La noche cerró un capítulo más en la historia del reality, dejando abierto el debate sobre la gestión de conflictos y las discrepancias entre lo que se expresa públicamente y lo que se siente en privado.