En una noche que redefinió el concepto del prime time en la televisión española, el programa «La revuelta», dirigido por el carismático David Broncano, acogió a una invitada cuyo perfil dista significativamente de lo que el público está acostumbrado a ver en este horario. Belén Benito, ingeniera de caminos con una notable trayectoria en Madrid y actual directora de Operaciones del Canal Isabel II, se convirtió en el foco de atención, ofreciendo una exposición detallada sobre la gestión de recursos hídricos en la capital española.
Broncano, quien se ha ganado el aprecio de la audiencia por su sentido del humor y estilo único de entrevista, demostró un interés profundo en el tema de la ingeniería hidráulica. Este interés se ve impulsado por su costumbre de verificar el estado de los embalses en España, lo cual sirvió de pretexto perfecto para invitar a una experta en la materia como Benito. Durante el programa, la ingeniera compartió los retos y complejidades asociados a su labor, especialmente en un año marcado por precipitaciones anómalas que han impactado el país.
Más allá de profundizar en los entresijos de la operativa del Canal Isabel II, la entrevista sirvió como un medio para transmitir un mensaje crítico sobre la conservación del agua. A través de las redes sociales, el programa insistió en la importancia de no malgastar el agua, incluso en tiempos de abundantes lluvias, resaltando la imprevisibilidad de las necesidades futuras y la variabilidad climática.
El programa también supo mantener el equilibrio entre el entretenimiento y la educación, culminando la noche con una celebración que recordaba la importancia del agua para la vida, mezclando música y baile con un toque de conciencia social.
La aparición de Belén Benito en «La revuelta» rompió esquemas, alineando los temas de entretenimiento nocturno con discusiones pertinentes y educativas sobre temas ambientales y de gestión crucial como lo es el agua. Esta intervención resalta el potencial de programas de entretenimiento para fungir como plataformas de sensibilización y educación, mostrando que es posible combinar la diversión con el aprendizaje sobre asuntos de importancia global.