La Unión Europea está en el proceso de considerar una legislación controversial que podría transformar radicalmente la manera en que se manejan y se vigilan los mensajes y chats privados, bajo la premisa del combate al abuso sexual infantil. Esta propuesta, que ha salido a la luz esta semana, habría de imponer a los proveedores de servicios de mensajería la obligación de monitorear y reportar el contenido ilegal conocido, incluso si esto requiere desencriptar los mensajes que se pretendían seguros.
Los desarrolladores detrás de aplicaciones de mensajería populares, como Signal y Threema, han reaccionado de manera firme frente a esta propuesta, anticipando que preferirían cesar sus operaciones en la UE antes que comprometer la seguridad y privacidad de sus usuarios implementando estas medidas de vigilancia. La filtración del borrador de esta ley y su reporte por POLITICO ha desencadenado un debate acalorado sobre el equilibrio entre seguridad y privacidad.
Patrick Breyer, un ferviente crítico de esta propuesta y ex miembro del Parlamento Europeo por el Partido Pirata, ha denunciado la medida como perjudicial y potencialmente ineficaz. En su opinión, en lugar de fortalecer la seguridad de los jóvenes en internet, este proyecto de ley podría traicionar a las víctimas de abuso al no prevenir efectivamente los delitos en curso mientras sobrecarga a las autoridades con pistas mayormente irrelevantes. Breyer también advierte que la implementación de este proyecto de ley podría llevar a una vigilancia masiva sin precedentes y a la pérdida de servicios de mensajería segura para los ciudadanos europeos, limitando su capacidad para comunicarse con personas alrededor del mundo.
Esta «concesión», como lo llama Breyer, de limitar la vigilancia únicamente a contenido ilegal «conocido» es tildada de insuficiente y engañosa, equiparándola con una infracción masiva de la privacidad comparable a revisar cada carta enviada por correo sin justificación previa.
Con fechas límite inminentes para la postura de los gobiernos de la UE y la ratificación de la propuesta por parte de los ministros del interior, Breyer ha hecho un llamado urgente a los ciudadanos de la UE para presionar a sus representantes y gobiernos, instándoles a rechazar esta propuesta de control de chats. El ex Eurodiputado aboga por buscar alternativas que realmente protejan a los menores en línea sin comprometer los derechos a la privacidad y seguridad digital de la población general. La controversia en torno a esta legislación pone de manifiesto las complejas tensiones entre la protección infantil, la privacidad en línea y la libertad digital en la era digital, un debate que seguramente continuará desarrollándose en las próximas semanas.