En un reciente movimiento que ha captado la atención del sector bancario español, el BBVA ha presentado formalmente a la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) la solicitud de autorización para realizar una oferta pública de adquisición (OPA) sobre el Banco Sabadell. Este paso, llevado a cabo el pasado viernes, se suma a la autorización ya solicitada una semana antes ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), marcando un avance significativo en este proceso de adquisición.
La operación propuesta por BBVA ha generado expectativas debido a su complejidad y los diferentes niveles de aprobación requeridos, no sólo ante las entidades regulatorias españolas como la CNMC y la CNMV, sino también a nivel europeo y del Reino Unido, incluyendo al Banco Central Europeo (BCE) y la Autoridad de Regulación Prudencial (PRA) británica. Estas instancias ejercen un papel crítico en la revisión desde distintas perspectivas, siendo la CNMC el cuerpo encargado de evaluar cualquier posible efecto sobre la concentración bancaria en España, mientras que las autorizaciones del BCE y la CNMV son fundamentales para la validez de la oferta propuesta.
Una faceta interesante de esta OPA es la condición de que se requiere al menos un 50.01% de participación por parte de los accionistas de Sabadell para que proceda, además de la aprobación de una ampliación de capital por parte de la junta de BBVA, cuya convocatoria está prevista para el 5 de julio. Este proceso indica la posibilidad para BBVA de lanzar la OPA sin una aprobación previa de la CNMC, aunque eventualmente necesitará el aval de esta para la realización efectiva de la operación, lo que podría implicar ciertas condiciones aún desconocidas para el banco adquiriente.
BBVA ha dado pasos coordinados, presentando la solicitud y la documentación pertinente a la CNMV e iniciará pronto los trámites ante el BCE y la CNMC. De acuerdo con los tiempos regulatorios, el primer visto bueno lo otorgará el BCE, permitiendo entonces a la CNMV abrir el periodo de aceptación de la OPA, que tendrá una duración variable de 15 a 70 días, extendible según sea necesario.
Este proceso, subrayado por una serie de autorizaciones en paralelo, está marcado por la expectativa de BBVA de lograr éxito en su oferta por Banco Sabadell, enfatizando la importancia de la competencia y la concentración bancaria, así como de la transparencia y el suministro de información precisa al mercado, componentes que serán evaluados cuidadosamente por la CNMC y la CNMV. La evolución de esta OPA sobre Banco Sabadell representa un punto de interés en el panorama financiero, destacando la dinámica del sector bancario español y sus actores principales.
