BBVA ha hecho pública su decisión de cerrar 300 de sus sucursales, un movimiento que surge tras su fusión con Sabadell. Este ajuste afectará a las oficinas que se encuentran a menos de 500 metros de distancia entre sí, dentro del nuevo conglomerado que formarán ambas entidades. La medida formó parte de los anuncios realizados durante la presentación de los resultados semestrales del banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La entidad bancaria ha puesto en claro sus intenciones de lograr una serie de sinergias valoradas en 850 millones de euros como resultado directo de esta fusión. Según se ha detallado, el ahorro en costos de personal se estima en 300 millones de euros, lo que representa aproximadamente el 35.93% del total esperado. Asimismo, BBVA espera reducir en 450 millones de euros los gastos administrativos y tecnológicos, complementando estos ahorros con una disminución de 100 millones en costes financieros.
Sin embargo, no todos ven con buenos ojos estas proyecciones. César González Bueno, consejero delegado de Sabadell, ha expresado sus reservas especialmente sobre las cifras relacionadas con la sinergia. Desde su perspectiva, duda de la viabilidad de alcanzar tales montos, especialmente considerando los costes actuales asociados con personal y tecnología dentro de su entidad. Asimismo, ha alertado sobre los costes significativos que implicaría desmantelar la plataforma tecnológica de Sabadell, estimando un impacto de 900 millones de euros por este concepto, a lo que se sumarían unos 200 millones por la migración de sistemas.
BBVA, por otro lado, mantiene una visión optimista. La entidad bancaria ha reafirmado su convicción de que la fusión no solo incrementará el beneficio por acción anual en un 3.5% para sus accionistas, sino que también traerá un aumento del 27% para los propietarios de Sabadell. Según el banco, este proceso de integración marcha según lo planificado, estimando un período máximo de ocho meses desde la presentación de la oferta pública de adquisición (opa) hasta su completa ejecución.
Además, el banco ha subrayado el potencial de creación de una entidad más robusta y rentable como resultado de esta unión, anticipando una capacidad ampliada para otorgar créditos en España de aproximadamente 5.000 millones de euros anuales. Este aumento en la capacidad de crédito está destinado a apoyar tanto a familias como a empresas, señalando el compromiso del banco con el impulso del segmento de pequeñas y medianas empresas (pymes) en el país.
De esta forma, BBVA proyecta que la fusión no solo generará significativos ahorros operativos y mejoras en la eficiencia, sino que también establecerá una base sólida para sostener y expandir sus servicios, reforzando su posición en el mercado español.