El avance hacia la creación de la Universidad Abierta de Europa por parte de la Comunidad de Madrid, sigue su curso a pesar de los informes desfavorables emitidos por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Esta nueva institución, que sería la decimocuarta universidad privada de la región, ha desatado una ola de críticas por parte de los técnicos ministeriales que apuntan a «numerosas deficiencias» en el proyecto, incluyendo la ausencia de un plan de investigación propio, inversión insuficiente en infraestructuras y carencia de prácticas curriculares.
La proyectada universidad virtual, que iniciaría actividades en un edificio de oficinas alquilado en Alcobendas, ha levantado suspicacias entre los expertos, quienes consideran que este no es un espacio adecuado para garantizar la estabilidad y calidad de un proyecto educativo de tal magnitud. A pesar de ello, el gobierno liderado por Isabel Díaz Ayuso sigue adelante con los planes de aprobación para este otoño, argumentando que el proyecto cumple con los requisitos necesarios.
El proceder de la Comunidad de Madrid marca un giro en la típica respuesta de las autonomías frente a informes desfavorables del Ministerio de Ciencia, los cuales solían resultar en el desecho de proyectos similares. Este cambio de actitud, particularmente notable en comunidades gobernadas por el Partido Popular, ha prosperado incluso frente a la oposición de diez comunidades autónomas y de la Comisión General de Política Universitaria.
La Universidad Abierta de Europa apuesta por ofrecer programas como Desarrollo de Videojuegos y Ciencias Ambientales, destacando el componente práctico que, según los informes ministeriales, parece no estar adecuadamente respaldado. A pesar de las críticas, las autoridades madrileñas resaltan el potencial del proyecto para crear un «ecosistema digital de aprendizaje», aunque persisten las dudas sobre el equipamiento e infraestructura necesaria para las actividades presenciales.
El contexto educativo de la Comunidad de Madrid, que acoge 13 universidades privadas frente a seis públicas, se prepara para recibir la Universidad Abierta de Europa como una adición a su ya amplia oferta. Este crecimiento refleja la apertura de Madrid a proyectos universitarios que prometan cumplir con estándares de calidad y excelencia, según ha mencionado Ayuso.
Frente a este acelerado incremento de instituciones privadas, particularmente aquellas de carácter virtual, el Ministerio de Ciencia ha expresado su preocupación, trabajando en regulaciones específicas para este tipo de entidades. Los principales puntos de inquietud incluyen la proporción de profesorado a tiempo completo y la fragilidad de los planes de investigación, aspectos considerados cruciales para el desarrollo del pensamiento crítico y la calidad educativa.
A pesar de los desafíos y las críticas, parece que la Comunidad de Madrid está dispuesta a seguir adelante con la aprobación de la Universidad Abierta de Europa, manteniendo su compromiso con la expansión del sector educativo hacia la inversión privada.