La reciente confirmación por parte de la Seguridad Social establece que las pensiones contributivas experimentarán un incremento del 2,8% a partir de 2025. Este ajuste se alinea con la inflación media registrada en el año anterior y beneficiará a cerca de 10,3 millones de pensionistas, además de a más de 720.000 beneficiarios de las Clases Pasivas. La ministra de la Seguridad Social, Elma Saiz, subrayó que este incremento es parte del compromiso de mantener el poder adquisitivo de los pensionistas, un derecho fundamental que ha sido previsto desde la reforma de pensiones implementada en 2021.
La formulación de este aumento se basa en un sistema de ajuste que relaciona la revalorización anual con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) medio entre diciembre y noviembre del año siguiente, lo que proporciona una mayor previsibilidad financiera para los jubilados y pensionistas.
El impacto económico de este incremento será significativo: se estima que aportará un incremento de aproximadamente 600 euros anuales para las pensiones medias de jubilación y 500 euros para el promedio del sistema. Este tipo de revalorización es crucial para garantizar que los jubilados no pierdan poder adquisitivo en un contexto económico a menudo incierto.
Asimismo, los pensionistas que perciben pensiones mínimas y no contributivas recibirán un incremento superior al 2,8%. Aunque aún no se ha determinado el porcentaje exacto, esta medida está dirigida a cerrar la brecha de ingresos con respecto al umbral de pobreza, un compromiso clave establecido en la reforma de 2021. Este aumento no solo beneficiará a los pensionistas, sino que también influirá en el ajuste del Ingreso Mínimo Vital (IMV), que ya asiste a más de 665.000 hogares y a dos millones de personas en el país.
Por otro lado, aquellos que perciben pensiones máximas también tendrán buenas noticias: se espera que su pensión alcance los 3.267 euros mensuales, lo que representará un aumento del 2,915% respecto a los 3.175 euros actuales. Este ajuste forma parte de una serie de cambios progresivos que buscan equilibrar las cotizaciones y beneficios para los trabajadores con salarios más altos, una medida que se implementará gradualmente durante los próximos años.
Desde 2024, se prevé que las bases máximas de cotización se incrementen anualmente de acuerdo con el IPC más 1,2 puntos porcentuales, mientras que las pensiones máximas también verán un aumento ligado al IPC más un incremento adicional del 0,115%. Estos ajustes escalonados comienzan a hacerse efectivos este año, marcando un avance significativo en el sistema de pensiones del país.
Con estas medidas, el gobierno busca asegurar un futuro más sólido para los pensionistas, adaptando el sistema a las circunstancias económicas actuales y a las necesidades de la población.