El RCD Mallorca se encuentra en una de las situaciones más complicadas de su historia reciente. Después de una temporada en la que se había consolidado como un equipo competitivo, el club balear enfrenta ahora un momento crítico. Jagoba Arrasate, el entrenador que ha sido reconocido por su labor, se encuentra bajo la presión de varios jugadores del vestuario, lo que ha hecho que su continuidad sea incierta. La preocupación crece al ver al equipo ocupando actualmente posiciones de descenso en LaLiga, un escenario que nadie en el club desea.
En medio de esta crisis, el director deportivo, Pablo Ortells, tiene la tarea de planificar el futuro del club. En este contexto, apunta a Takuma Asano como una pieza clave en el rompecabezas. Desde su llegada al Mallorca el verano pasado, Asano ha mostrado destellos de gran calidad en el campo. Aunque su rol en el equipo ha variado, entre titular y suplente, su potencial es innegable. Ortells considera que asegurar la renovación de Asano es una prioridad, ya que dejarlo ir a coste cero sería un duro golpe para el club, especialmente en un momento en que escasean los extremos en la plantilla.
Sin embargo, la renovación de Asano no es la única preocupación en la agenda de Ortells. Además de él, hay otros cinco jugadores cuyas situaciones contractuales son urgentes. Entre ellos se encuentra el capitán Antonio Raíllo, pieza fundamental del equipo, cuya continuidad es crucial en medio de las tensiones que se viven en el vestuario. Junto a Raíllo, figuras como Dani Rodríguez, Omar Mascarell, Javi Llabrés e Iván Cuellar también afrontan la inminente expiración de sus contratos en junio.
Los próximos meses se presentan como un verdadero desafío tanto para el RCD Mallorca como para su director deportivo, quien deberá maniobrar hábilmente para asegurar la estabilidad y el futuro del club. La situación es tensa, pero la renovación de los jugadores clave podría ser un primer paso para recuperar la confianza y el rendimiento en el terreno de juego.