La Audiencia Provincial de Madrid ha decidido absolver a Amalia Castro-Rial, exdirectora del área de Patrimonio del Ayuntamiento de Madrid, de la condena que le fue impuesta por el abandono y deterioro del Palacio de la Duquesa de Sueca. En una reciente sentencia, el tribunal revocó la pena de tres meses de prisión y desestimó que su gestión, o la falta de ella, constituyera un delito contra un bien histórico. Esta decisión también exime al consistorio de cualquier responsabilidad civil relacionada con el caso.
El Palacio de la Duquesa de Sueca, construido en 1791 por el arquitecto Antonio de Abajo, fue un importante inmueble que sirvió como residencia de María Teresa de Borbón y Vallabriga. Su progresivo deterioro había llevado a Castro-Rial a enfrentar cargos de “inactividad absoluta”, que, según un juzgado anterior, había agravado la situación del palacio, planteando un riesgo de derrumbe sobre el cercano Colegio de San Isidro.
El caso había generado controversia en la esfera judicial, especialmente después de que, en noviembre pasado, un tribunal impusiera a Castro-Rial una condena y una multa económica de 1.800 euros. Esta decisión fue respaldada por informes técnicos que indicaban que las reparaciones necesarias desde 1993 habrían costado alrededor de 480.000 euros, cantidad que, según se argumentó, había aumentado con el tiempo. Sin embargo, la Audiencia reconsideró estos aspectos, subrayando que no había evidencia de que la Dirección de Patrimonio tuviera la competencia para la conservación del inmueble y que el deterioro se debía al “paso del tiempo” en lugar de a negligencia.
Además, los jueces señalaron que el incumplimiento del Plan Especial de 2005 no contaba con dotación presupuestaria, y que las demoliciones realizadas se hicieron por razones de seguridad, descartando así la existencia de un “riesgo inminente” para personas o edificios, un factor clave para justificar condenas por omisión.
Con esta resolución, que es firme al no haberse presentado recurso por parte de la Fiscalía, se pone fin a un caso que cuestionaba la gestión del patrimonio histórico madrileño. Mientras el palacio, conocido por ser un escenario de la serie «El Ministerio del Tiempo», permanece en pie, la sentencia reafirma un principio fundamental: no toda inacción constituye un delito. Sin embargo, el debate sobre la preservación de los bienes históricos en la capital sigue vigente.