En una reciente aparición en el popular programa de televisión «El Hormiguero», conducido por Pablo Motos en la cadena Antena 3, los espectadores tuvieron el privilegio de disfrutar de la presencia de Antonio Banderas y Marta Ribera, dos figuras icónicas del teatro musical en España. Este evento televisivo se enmarca dentro de la intensa competencia por captar la audiencia durante el horario estelar, enfrentando a «El Hormiguero» contra otros programas de gran calibre, como «La revuelta» de David Broncano. «El Hormiguero» ha demostrado ser un contendiente fuerte, logrando excelentes números de audiencia, aunque no sin perder ocasionalmente el liderazgo frente a su competencia.
La visita de Banderas y Ribera al programa no fue casualidad, pues ambos se encuentran promocionando su más reciente proyecto, el musical «Gypsy», que se estrenará el próximo 25 de octubre en el Teatro del Soho CaixaBank de Málaga. Este proyecto no es solo un reto profesional para ambos artistas, sino que también se posiciona como un esfuerzo por redefinir y enriquecer el teatro musical en España.
Durante la entrevista, Antonio Banderas ofreció valiosas reflexiones sobre el estado actual del teatro musical en el país, lamentando el trato que ha recibido este género y alzando la voz en defensa del talento nacional, subrayando que si Marta Ribera hubiera nacido en Nueva York, su carrera sería comparable a la de leyendas como Liza Minnelli. Banderas no se guardó elogios hacia el Teatro del Soho, iniciativa que lidera, destacando su esfuerzo por reavivar el interés por el género, a pesar de las dificultades económicas y la falta de subvenciones.
El actor, quien sobrevivió a un infarto en 2017, compartió cómo el teatro se ha convertido en una extensión de su vida, permitiéndole hacer lo que ama rodeado de gente con la misma pasión. Esta dedicación al arte y la cultura ha sido reconocida y aplaudida tanto por la audiencia como por Pablo Motos, quién se mostró genuinamente conmovido por las palabras de Banderas.
Esta aparición en «El Hormiguero» trascendió la mera promoción de un espectáculo para convertirse en un llamado a reflexionar sobre el valor del arte, la pasión y el legado cultural. La disposición de Banderas y Ribera de trabajar a pérdida con tal de promover el teatro musical en España refleja un amor y dedicación hacia el arte que inspira a audiencias y profesionales por igual, reafirmando su papel no solo como artistas, sino como auténticos visionarios en el mundo cultural español.