En un esfuerzo por incrementar la seguridad durante el famoso encierro de San Fermín, los organizadores han tomado medidas innovadoras aplicando un líquido antideslizante para proteger tanto a corredores como a toros. Esta medida se ha llevado a cabo en 1700 metros cuadrados del trazado, específicamente entre la Plaza Consistorial y el inicio de la calle Estafeta, donde se esparcieron 1500 litros de este líquido especial durante la noche. Además, por segundo año consecutivo, se extendió esta acción a un área de 300 metros cuadrados en la salida de los Corrales del Gas, reconocida por ser uno de los segmentos más peligrosos del recorrido del encierro.
Este compromiso por la seguridad refleja la importancia de prevenir caídas y accidentes durante el evento, mejorando así la experiencia de corredores y espectadores. La intención detrás de la aplicación de este líquido es aumentar la tracción en el pavimento, reduciendo la probabilidad de deslizamientos que podrían resultar en lesiones. Esta estrategia, además de ser una medida de prevención, demuestra la responsabilidad y el cuidado de los organizadores para con la tradición y quienes participan en ella, sea directa o indirectamente.
La aplicación de este tratamiento antideslizante refleja un avance en las prácticas de seguridad dentro del contexto de una fiesta con un alto valor cultural y turístico, pero que no está exenta de riesgos. Reconociendo los resultados positivos obtenidos el año previo, las autoridades han decidido mantener y expandir estas acciones preventivas, reafirmando su compromiso con la integridad de todos los participantes y espectadores.
A través de estas medidas, se espera que el encierro de este año transcurra de manera más segura y controlada, permitiendo que esta antigua tradición continúe celebrándose con la alegría y el entusiasmo que la caracterizan, pero bajo un ambiente más seguro para todos. Con la implementación de estos tratamientos antideslizantes, San Fermín se prepara para recibir a corredores y toros en un escenario preparado para minimizar riesgos y maximizar la seguridad. Esta iniciativa refleja el espíritu de un evento que, a pesar de los desafíos, busca mantenerse fiel a sus raíces históricas mientras adapta sus prácticas a los requerimientos de seguridad contemporáneos.
