El Juzgado de Instrucción número 3 de Las Palmas de Gran Canaria ha tomado la decisión de imputar formalmente a Anabel Pantoja y su compañero David Rodríguez por un delito de lesiones agravadas, además de una posible negligencia grave en relación con su hija, Alma, quien apenas cuenta con mes y medio de vida. Este acontecimiento ha despertado un gran interés público y ha levantado numerosas dudas sobre los hechos que llevaron a esta delicada situación.
La investigación se encuentra bajo secreto de sumario, lo que impide conocer detalles específicos del caso y ha dejado a la sociedad expectante ante posibles revelaciones. Fuentes cercanas al proceso judicial indican que la investigación podría prolongarse hasta julio, un mes que se presenta como crucial para el futuro del caso y para la toma de decisiones por parte de la justicia.
Los hechos que provocaron este escándalo se remontan al 9 de enero, cuando la pequeña Alma fue ingresada en estado grave en un hospital tras sufrir una crisis mientras sus padres se encontraban en un centro comercial. Desde ese momento, la situación ha evolucionado de manera compleja, sumando presiones y conjeturas que alimentan el fervor mediático y social alrededor de la imputación de los padres.
El impacto mediático ha sido considerable, especialmente tras la confirmación del incidente por parte de un destacado canal de televisión donde Anabel Pantoja colabora. La atención se ha centrado en el bienestar de la menor y en la integridad de la pareja, mientras la justicia avanza y se esperan clarificaciones sobre lo sucedido. A medida que se desarrolla esta historia, las incógnitas permanecen, y la presión tanto pública como mediática parece no hacer sino aumentar en un caso que sigue captando la atención de la opinión pública.