En los últimos días, la esfera mediática ha estado revuelta por una polémica que involucra a dos conocidas figuras del entretenimiento en España: Ana Obregón, destacada actriz y presentadora, y Nia Correia, cantante y ganadora de ‘Operación Triunfo 2020’. La controversia surgió a raíz de unas declaraciones de Roberto Herrera, presentador canario, quien aseveró que Obregón había hecho llorar a Correia durante la grabación de un comercial para las campanadas de RTVE hace dos años.
En un intento de esclarecer los hechos, Ana Obregón acudió al programa ‘Y ahora Sonsoles’ emitido por Antena 3. Allí, con un tono emotivo y detallado, compartió su versión de los acontecimientos, mostrándose visiblemente sorprendida y afectada por el giro que había tomado la situación. Subrayó su larga y respetada trayectoria en el medio, la cual, sostuvo, jamás se había visto empañada por acusaciones de falta de profesionalidad. Un miembro del equipo de ‘Y ahora Sonsoles’, quien previamente había colaborado con Obregón, respaldó el carácter profesional de la actriz.
Obregón relató que, atravesando un momento personal especialmente doloroso debido al fallecimiento reciente de su padre, sumado a la pérdida de su madre y su hijo anteriormente, optó por comprometerse con la grabación del anuncio televisivo. Destacó su puntualidad y compromiso a pesar de las adversidades personales. Según su testimonio, el retraso de Nia Correia en llegar al set y las demoras subsiguientes en maquillaje habrían desencadenado un intercambio tenso, en el cual Obregón, presionada por otros compromisos, instó a Correia a agilizar el proceso.
La actriz aseguró que, más allá del altercado específico con Correia, no albergaba ningún resentimiento personal hacia la joven cantante. Indicó que los malentendidos probablemente se debieron a errores de organización y comunicación por parte del equipo de producción del anuncio. Ana Obregón sugirió que las acusaciones de Herrera podrían responder a un interés por promocionar su nuevo proyecto televisivo.
Al finalizar su participación en el programa, Obregón envió un mensaje de buenos deseos y paz a Nia Correia, expresando su esperanza de que ambos puedan avanzar y dejar atrás este malentendido. También deseó éxito a Roberto Herrera en sus futuras empresas.
Este incidente pone de relieve cómo los malentendidos y conflictos de programación pueden intensificarse rápidamente y dominar el discurso público, especialmente cuando involucra a personalidades destacadas del mundo del espectáculo. La aparición de Ana Obregón en ‘Y ahora Sonsoles’ se orientó a poner fin a este episodio, enfatizando la importancia del entendimiento y la empatía en las relaciones humanas.