Alerta sobre el Fenómeno de Encinas Florecidas en Ciudad Real: Efectos del Calentamiento Climático
La Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA) y Ecologistas en Acción de Ciudad Real han emitido una grave alerta ante un fenómeno inusual: encinas florecidas desde la primera semana de diciembre. Las organizaciones han identificado este fenómeno en varias localidades, incluyendo Alcoba, Arroba de los Montes, Ciudad Real, Horcajo de los Montes y Piedrabuena, donde se han contabilizado decenas de encinas florecidas a altitudes que varían entre los 580 y 650 metros.
La encina, emblemática del territorio mediterráneo, es reconocida por su resistencia a la sequía y su capacidad de adaptación a condiciones extremas de temperatura. No obstante, aunque se han observado casos de floración fuera de su ciclo habitual en años anteriores, nunca se había documentado en tal magnitud. Este fenómeno parece estar vinculado a las anomalías climáticas que ha experimentado el año actual, que se anticipa como uno de los más cálidos de la historia, con fluctuaciones significativas en el clima, como un récord de caudal en el Guadiana en marzo y lluvias inusuales en octubre, seguidas de condiciones casi primaverales.
ARBA y Ecologistas en Acción advierten que este comportamiento anómalo podría tener serias consecuencias para las encinas, ya que las heladas invernales pueden llevar a la pérdida de flores, lo que implicaría un gasto metabólico y energético significativo para estos árboles. Aunque el impacto a nivel de ecosistema podría no ser inmediato, las organizaciones alertan que, si este fenómeno se generaliza, podría desestabilizar los ciclos naturales a los que están adaptadas tanto la biodiversidad como la economía local.
Adicionalmente, se ha notado un incremento en la mortalidad de encinas y chaparros en suelos menos favorables tras el verano, una tendencia que indica que las altas temperaturas medias están agobiando los recursos hídricos, resultando en la muerte de numerosos ejemplares. Este fenómeno también podría facilitar la propagación de enfermedades perjudiciales, como ‘la seca’, que afecta a estos árboles.
Desde ARBA y Ecologistas en Acción, se concluye que estos cambios en la naturaleza son una clara señal de los efectos del cambio climático. Hacen un llamado a la sociedad para que esté vigilante y rechace las teorías negacionistas. La encina, símbolo del bosque ibérico, debe ser objeto de preocupación colectiva, especialmente para agricultores y ganaderos que se verán entre los primeros en afrontar sus repercusiones.
Este fenómeno, que refleja el estado actual del medio ambiente, subraya la necesidad urgente de tomar medidas efectivas para mitigar el cambio climático y proteger nuestros ecosistemas, vitales para la vida y la economía de la región.