La Fiscalía española ha encendido las alertas sobre un fenómeno inquietante que está tomando lugar en el país: la creciente radicalización yihadista entre los jóvenes. Este jueves, al inicio del nuevo año judicial, se ha desvelado un informe que pone de manifiesto la intensificación de este problema, especialmente a través del adoctrinamiento en medios digitales.
Destacando particularmente la vulnerabilidad de la población más joven frente a esta radicalización, el informe señala cómo los espacios virtuales se han convertido en el principal campo de batalla para el reclutamiento y la incitación, superando a los tradicionales centros religiosos o a los grupos radicales físicos. A su vez, señala que los conflictos internacionales y las crisis geopolíticas juegan un papel crucial como factores de influencia en esta tendencia.
Una de las revelaciones más alarmantes es la estrategia de los grupos yihadistas de promover una propaganda intensa en internet, llamando a sus seguidores a realizar ataques sin necesidad de viajar a zonas de conflicto. Este enfoque en la radicalización y reclutamiento a distancia resalta la importancia de los medios digitales para la difusión del yihadismo.
En este contexto, la Fiscalía ha enfatizado el papel crítico del Tribunal Supremo en luchar contra la radicalización, apuntando hacia el discurso del odio que se propaga en las redes sociales. Ha puntualizado que elogiar o justificar actos de terrorismo no debe encontrar refugio bajo derechos como la libertad de expresión.
Un indicador preocupante del incremento de esta tendencia es el aumento en el número de procedimientos relacionados con el terrorismo entre los menores, observado por el Juzgado Central de Menores de la Audiencia Nacional. En 2023, se registraron 26 procedimientos, un número significativamente mayor en comparación con los años anteriores, donde la cifra no superaba los 9 casos. De estos, el 73,08% están vinculados con el terrorismo yihadista, evidenciando una preocupante subida en las actividades de autoadoctrinamiento.
Este informe no solo confirma el creciente problema de la radicalización joven en España, sino que también subraya la necesidad de enfrentar esta problemática desde diversos frentes, especialmente en el entorno digital, donde el discurso del odio y la incitación al terrorismo hallan fácilmente un caldo de cultivo. La situación requiere de una respuesta coordinada que involucre a todas las partes de la sociedad, a fin de combatir y prevenir la expansión de tendencias yihadistas radicales entre la juventud del país.