España atraviesa un periodo de inestabilidad meteorológica sin precedentes, con una proyección preocupante de condiciones extremas que van desde el azote de tormentas intensas hasta episodios conocidos como «reventones», con un potencial destructivo comparable al de los tornados. Este desalentador escenario es consecuencia de una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), un fenómeno meteorológico que se posiciona al oeste de Portugal y amenaza con alterar de forma significativa el patrón climático en la Península Ibérica.
Tras periodos de calor extremo, el territorio español se encamina hacia una situación climatológica marcada por precipitaciones, tormentas fuertes que podrían venir acompañadas de granizo, y un descenso pronunciado de las temperaturas. Según los análisis, los vientos más intensos, que podrían alcanzar velocidades de entre 80 y 90 km/h, se esperan con más fuerza en áreas como Castilla y León, Navarra, La Rioja, la cordillera Cantábrica y el Alto Ebro. Estos vientos, conocidos por su habilidad para provocar «reventones», podrían clasificarse entre húmedos o secos según la presencia de precipitaciones que lleguen al suelo.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha lanzado alertas sobre la posible evolución de estas condiciones extremas durante la semana, advirtiendo que la DANA puede originar tormentas de considerable intensidad, especialmente cerca de la cordillera Cantábrica y en el norte del sistema Ibérico. Para el jueves, se prevé una bajada notable en las temperaturas a lo largo de la Península, salvo en su extremo sureste, agravando la inestabilidad en el tercio suroeste, donde se pronostican chubascos fuertes, tormentas y granizo.
Los pronósticos sugieren que las tormentas y precipitaciones persistentes se mantendrán hasta el final de la semana, afectando de manera especial a la mitad norte peninsular el sábado, mientras que en el sur se anticipa una progresiva estabilización climática. Sin embargo, algunas áreas como el Mediterráneo, el valle del Ebro y el extremo noroeste podrían esquivar los efectos más severos de estos eventos climáticos.
Este panorama devela una transformación profunda en el clima de España, pasando de altas temperaturas a la influencia cada vez más dominante de los efectos asociados a la DANA. Frente a esta inestabilidad climática creciente, se insta a la población a mantenerse alerta y seguir las recomendaciones de las autoridades y los expertos meteorológicos para prevenir daños ante la posible ocurrencia de reventones, granizo y otras condiciones adversas.
