En un reciente episodio televisivo que ha vuelto a encender las redes, Alba Carrillo no ha escatimado en críticas hacia Ana Rosa Quintana, la reconocida presentadora de «TardeAR». Con una expresión que denotaba desagrado, Carrillo ha vuelto a poner de manifiesto su tensa relación con Telecinco y Mediaset, empresas en las que trabajó durante siete años. Su comentario «No, si vamos de mal en peor… Me ha dado un retortijón. Algo ha pasado con Villarejo…» dejó entrever la profundidad de sus críticas.
En una conversación que oscilaba entre el humor y la seriedad, Carrillo no dudó en señalar una fotografía poco favorecedora de Quintana, sugiriendo con sorna si esta era su apariencia actual. A pesar de los intentos del co-presentador por suavizar el momento, Alba Carrillo mantuvo una posición firme, optando por retirarse del tema que, sin embargo, siguió abordando posteriormente.
Retrocediendo en tiempo, la relación laboral entre Carrillo y Mediaset siempre fue objeto de controversia, culminando en una demanda por parte de Carrillo hacia la cadena por «fraude de ley» y «despido improcedente». Aunque el conflicto se resolvió con un acuerdo económico evitando el juicio, las secuelas emocionales y profesionales para Carrillo parecen ser una herida aún abierta.
Dentro de su crítica, Carrillo advirtió sobre el carácter de Quintana, contando una experiencia personal negativa y alertando sobre la posibilidad de que otros fueran grabados sin su consentimiento en eventos sociales, reflejando la desconfianza hacia la presentadora.
Este episodio se suma a la larga lista de polémicas vinculadas a la cadena y sus figuras públicas, en particular al entorno de Ana Rosa Quintana, que en el pasado ha sido escenario de enfrentamientos y controversias significativas. La mención de un encuentro nocturno tras el evento navideño de la productora de Ana Rosa en 2022, que salió a la luz pública, añade otro capítulo a la compleja trama de relaciones entre los talentos de Telecinco y su manejo de la imagen pública.
Las declaraciones de Alba Carrillo no solo reavivan su conflicto con Telecinco, sino que también lanzan una nueva luz sobre la dinámica interna de trabajo y las relaciones personales dentro de la industria televisiva española, ofreciendo a la audiencia un vistazo a las tensiones que suelen permanecer fuera de cámara.
