Aimar Oroz, centrocampista del Osasuna y conocido como el «mago» de Arazuri, se ha convertido en una figura clave para su equipo, especialmente en esta temporada donde luchan por clasificar a competiciones europeas. A sus 23 años, Oroz no solo busca brillar en su club, sino que su ambición de llegar a la Selección española crece cada día.
A pesar de su talento sobresaliente, Oroz ha enfrentado serios desafíos debido a las lesiones, en especial problemas recurrentes en el tobillo. Estas dificultades han generado incertidumbre sobre su futuro en la selección, pues su primera convocatoria con La Roja no se tradujo en una inclusión definitiva en la lista final. Sin embargo, el jugador ha tomado esto como un reto y se ha comprometido a redoblar esfuerzos para demostrar su capacidad ante el seleccionador Luis de la Fuente. Con encuentros clasificatorios y la esperada Finalissima contra Argentina a la vista, Oroz recae en su resiliencia y trabajo arduo para acelerar su recuperación y mejorar su rendimiento.
El centrocampista se ha forjado un camino en las categorías inferiores de la selección, acumulando experiencias valiosas que lo han acercado a su sueño de representar a España en el Mundial. Su participación en la Eurocopa Sub-21 y su contribución a la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024 han consolidado su estatus como una de las promesas más destacadas del fútbol español. Con una competencia feroz por mantenerse en la plantilla, Oroz sabe que debe seguir elevando su nivel de juego y mantenerse en forma para cumplir su aspiración de ser parte del equipo en la máxima competición futbolística. La expectativa que rodea su futuro es innegable, y su determinación por superar los obstáculos marcará el camino hacia el logro de su ambición.