Esta tarde, el espacio televisivo «Y ahora Sonsoles», que se transmite en Antena 3, se ha sumergido en una controversia tras entrevistar a un empresario nombrado Joan, quien enfrenta acusaciones por parte de varios exclientes. Estos clientes lo acusan de ser un falso constructor y de haber perpetrado estafas que ascienden a más de un millón de euros. Dicha acusación se basa en que Joan dejó inconclusas las obras de construcción de viviendas, lo cual ha motivado a los afectados a emprender acciones legales.
Joan, desde el momento que se estableció la conexión en el programa, se defendió de las acusaciones, negando haber cometido estafa alguna. Criticó al programa por lo que considera una falta de objetividad, particularmente molesto por ser etiquetado como «El falso constructor». Reivindica la legitimidad de su empresa, que asegura dirigir desde hace más de una década.
Los conductores del programa, Sonsoles Ónega y Rubén Quílez, intentaron aclarar la situación, poniendo énfasis en la necesidad de dar voz a las quejas de los clientes perjudicados. Joan, por su parte, argumenta que los contratos se firmaron antes de la pandemia de COVID-19, situación que según él justifica los aumentos posteriores en los costos de construcción y que obligaron a proponer ajustes en los precios previamente acordados, a lo que los clientes se negaron, complicando la finalización de los proyectos.
A pesar de estas alegaciones, Joan evadió responder directamente sobre su responsabilidad en el asunto. Al ser cuestionado sobre su estilo de vida lujoso, como los coches de alta gama que usa, afirmó que están alquilados, desviando la atención del problema central. Esto llevó a Ónega a reiterar la preocupación principal: las pérdidas económicas significativas que han sufrido los clientes.
La reacción de Joan, que pareciera buscar posicionarse como víctima para eludir responsabilidades, ha generado críticas no solo de parte de los conductores del programa, sino también de los afectados, quienes se sienten estafados y exigen justicia. Este incidente ha iluminado el conflicto entre el empresario y sus exclientes, generando un debate más amplio sobre las prácticas empresariales y la protección al consumidor en el ámbito de la construcción.
