Este miércoles en una nueva entrega de “Demos: el gran sondeo”, el programa de televisión presentado por Risto Mejide, se abordaron varios temas de gran relevancia nacional, destacándose la atención en las consecuencias humanas de la DANA, la sorpresiva retirada de Íñigo Errejón de la política y, de manera muy especial, una profunda discusión sobre el acoso y la agresión sexual.
La noche tomó un giro introspectivo y crítico cuando Verónica Fumanal, colaboradora de “Todo es mentira”, propuso una premisa inquietante: la experiencia universal del acoso entre las mujeres. Encarando este duro tema, Risto Mejide interrogó a los 300 ciudadanos presentes en el estudio sobre sus propias experiencias con el abuso, acoso o agresión sexual. Los resultados fueron alarmantes; un 40% reconoció haber sido víctima de tales actos, desglosando que el 69% de estas víctimas eran mujeres, mientras que el 31% eran hombres.
Las historias compartidas esa noche reflejaron un amplio espectro de la sociedad y sus dolorosas realidades. Julia, una señora de más de 60 años, narró un perturbador incidente en el metro de Madrid hace treinta años, en el que fue acosada de manera denigrante. Por su parte, una joven de 20 años llamada María habló sobre una experiencia traumática con un excompañero, y Ángeles relató el abuso sufrido a manos del padre de sus hijos.
En un momento particularmente emotivo, después de un receso publicitario, Risto Mejide resaltó el comentario de una usuaria de redes sociales llamada Carmen, quien subrayó la importancia de dar visibilidad a estas experiencias en la televisión. Este momento reafirmó el compromiso del programa de ser un altavoz para las víctimas, independientemente de las críticas.
La edición de “Demos: el gran sondeo” de esa noche no solo creó un espacio para la discusión crítica y la reflexión, sino que también sirvió como un acto de catarsis y muestra de solidaridad para con las víctimas. Por medio de estos valientes testimonios, el programa reiteró el rol esencial que la televisión puede jugar en el impulso hacia el cambio social, marcando un paso adelante hacia el entendimiento y la acción. Finalizó con una nota de esperanza, reiterando que, aun en los momentos más oscuros, siempre existirán plataformas dispuestas a oír y honrar las voces de aquellos que han sido marginados o ignorados por la sociedad.