El bizcocho de manzana sigue siendo un favorito en la repostería, pero una nueva variante está marcando la diferencia. La fusión de yogur griego y una abundante dosis de canela le otorgan a este dulce una textura jugosa y esponjosa, perfecta para cualquier celebración o merienda.

Para lograr un sabor y consistencia excepcionales, es crucial elegir manzanas que sean tanto dulces como jugosas. Variedades como Fuji o Gala son ideales, ya que aportan un sabor único. El uso de yogur griego tiene el doble beneficio de hidratar la mezcla y enriquecerla con proteínas.

La preparación es bastante accesible: inicia precalentando el horno a 180 grados centígrados. En un bol grande, combina harina, azúcar, levadura y canela. Esta última es el alma del bizcocho. En otro recipiente, bate los huevos junto con el yogur griego y un toque de aceite de oliva, que añade suavidad al resultado final.

Unir ambas mezclas es clave; hazlo con cuidado para no perder la esponjosidad. Luego, agrega manzanas peladas y cortadas en trozos pequeños. La mezcla, que debería ser rica y fragante, se vierte en un molde previamente engrasado y se hornea durante 35 a 40 minutos, asegurándote de que un palillo salga limpio al verificar su cocción.

Una vez retiremos el bizcocho del horno, es recomendable dejarlo enfriar antes de desmoldarlo, lo que permite que todos los sabores se integren adecuadamente. Un toque final de canela espolvoreada mejora tanto su presentación como su sabor.

Este bizcocho no solo es una opción deliciosa, sino que se adapta a distintas ocasiones: solo, acompañado de helado o con mermelada. Ya sea como desayuno, merienda o postre, se transformará rápidamente en el plato estrella de la mesa.

La cocina invita a la creatividad y la experimentación, y esta receta promete convertirse en un nuevo clásico. Con su cautivador aroma dulce, es imposible resistirse a saborear un trozo.