En una jornada que marcará un antes y un después en la historia de la televisión española, el programa ‘Operación Triunfo 2025’ optó por una ruptura radical con su tradicional protocolo de aislamiento, eligiendo enfrentar directamente un tema de creciente preocupación social: las devastadoras consecuencias del acoso escolar, subrayadas por el reciente suicidio de Sandra Peña, una adolescente de apenas 14 años en Sevilla.
Contrario a la costumbre de mantener a los participantes alejados de las corrientes informativas del exterior, la producción invitó a la psicóloga infantil y juvenil Nerea Valenzuela, quien compartió con los jóvenes talentos y la vasta audiencia del programa, la dolorosa realidad y complejidad que envuelve el bullying. Noemí Galera, la directora del programa, enfatizó la importancia de abordar este espinoso tema, reconociendo el alcance y la influencia que tiene ‘Operación Triunfo’ entre jóvenes y adolescentes. «Es una plataforma poderosa para generar conciencia y proveer de herramientas útiles contra este flagelo», aseguró.
La discusión tomó un giro emotivo cuando Max, uno de los concursantes, instó a la audiencia a prestar atención a las señales de alerta y a tomar en serio las expresiones de dolor de los más jóvenes. «Si un niño dice que está sufriendo, hay que creerle», señaló, provocando una ola de respaldo en las plataformas de redes sociales. Por su lado, Judit compartió su testimonio personal, resaltando el papel fundamental que jugó el apoyo de su entorno en la superación del acoso del que fue víctima.
Esta iniciativa sin precedentes ha sido recibida con aplausos en el ámbito público y privado, destacando la valentía del programa para enfrentar un tema tan delicado como esencial en plena emisión. El presidente de RTVE, José Pablo López, expresó su pleno apoyo a esta decisión, reflexionando sobre el potencial del formato para abordar temas de relevancia social que resuenan especialmente entre las nuevas generaciones.
Con este capítulo, ‘Operación Triunfo 2025’ no solo destaca por su compromiso con la música y el entretenimiento, sino también por su coraje al servir de plataforma para la concienciación y el cambio social, marcando un precedente en la forma en que la industria del entretenimiento puede y debe responder a los desafíos sociales que impactan directamente a su audiencia más sensible: los jóvenes.