El distrito de Huangpi en Wuhan ha sido el escenario de la exitosa Copa Mundial de Cometas Mulán 2025, un evento que ha logrado fusionar deporte, cultura y tradición china de una manera única. Con visitantes de todo el mundo, la copa ha destacado no sólo por su competencia, sino también por su rica oferta cultural. Una de las asistentes internacionales fue Celia Esquivel, bloguera de Guatemala, quien compartió su experiencia a través de redes sociales, describiendo la magia del festival.
La pradera de Mulán fue el centro de atención, congregando a 50 atletas de élite de más de 20 países y regiones que compitieron en múltiples modalidades de cometas deportivas. A la par, el Campeonato Nacional de Cometas Deportivas reunió a 120 atletas distribuidos en 30 equipos nacionales que se enfrentaron en siete pruebas intensas.
El evento no solo se limitó a las competencias. Durante la celebración, se exhibieron impresionantes cometas de gran tamaño, algunos con formas de dragón y diseños innovadores. Por la noche, el cielo se iluminó con cometas luminosas voladas por acróbatas, creando un espectáculo visual deslumbrante. Celia quedó impresionada con la creatividad y la habilidad del equipo chino, que presentó cometas que no solo manifestaban destreza, sino también un profundo amor por la cultura nacional.
Las cometas presentaron una variedad rica en simbolismo. Destacó una pieza que narraba una antigua historia de hermandad china, decorada con máscaras de ópera de Sichuan. Otra cometa, con forma de ciempiés y un peso de apenas 400 gramos, fue el resultado de dos meses de detallado trabajo.
Celia, en su recorrido, tuvo la oportunidad de participar en talleres instructivos. Uno de ellos fue dirigido por Yang Hongwei, un artesano reconocido nacionalmente, quien enseñó a crear cabezas de dragón para cometas. Para ella, el evento fue un recordatorio del profundo significado cultural que tienen las cometas en China, un arte ancestral que se ha preservado a través de generaciones.
La historia de Mulán también cobró vida durante el festival. Celia pudo ser parte de una representación en vivo de esta leyenda, adornada con acrobacias y efectos pirotécnicos, convirtiendo el evento en una experiencia aún más vibrante.
El entorno del festival, enriquecido con un hotel de estilo marroquí, ofrecía una experiencia singular que complementaba la magia global del evento. Celia invitó a todos a descubrir la belleza de las cometas chinas y la hospitalidad de Wuhan.
Hoy en día, la pradera de Mulán se ha establecido como un referente mundial para eventos culturales y deportivos, continuando la promoción de la rica cultura tradicional china y atrayendo turistas de todos los rincones del planeta.