En el marco del Día Mundial de la Hostelería, se ha revelado un informe preocupante sobre el desperdicio alimentario en el sector. Los datos muestran que casi un tercio de los alimentos preparados en bares y restaurantes termina en la basura antes de llegar al cliente. Este problema, además de su impacto económico, presenta un desafío ambiental y de reputación en un momento en que los consumidores exigen prácticas más sostenibles.
El informe, realizado a partir de encuestas a más de 250 profesionales de la hostelería, indica que la pérdida mensual por comida desperdiciada oscila entre los 400 y los 600 euros por restaurante. Las principales causas son la mala planificación de los pedidos, errores en la cocina y una rotación irregular de clientes. La inflación también ha incrementado un 25% el costo del alimento desperdiciado.
Este desperdicio genera un profundo impacto, ya que en España se tiran al año 7,7 millones de toneladas de comida, con un 14% proveniente de la hostelería.
Para abordar este reto, se sugieren soluciones como mejorar la previsión de demanda, formar al personal y utilizar productos de quinta gama. Estas prácticas permiten a los hosteleros reducir el desperdicio hasta en un 80% y mejorar el control de costes. Los productos de quinta gama, ya elaborados y listos para finalizar en cocina, no solo minimizan errores, sino que también ayudan a enfrentar la escasez de personal cualificado.
Desde el sector, Javier, dueño de un restaurante en Valencia, subraya la importancia de gestionar adecuadamente los recursos: «La sostenibilidad empieza en la cocina. Cada croqueta o plato que se tira es dinero y energía perdidos». Fausto, con seis locales en Madrid, destaca que «la quinta gama bien entendida no reemplaza al chef, sino que le permite centrarse en la creatividad». Eneko, gerente en Bilbao, ha logrado reducir las mermas de algunos platos hasta en un 80% desde que incorporó estos productos.
El informe refleja una necesidad urgente de cambio en las prácticas diarias de los restaurantes para reducir el desperdicio y asegurar una operación más sostenible y eficiente.