Renovar el baño se ha convertido en una de las mejoras hogareñas más satisfactorias y accesibles. Con un enfoque creativo y un uso inteligente de los recursos, es posible lograr un cambio significativo sin tener que gastar una fortuna.

Una estrategia clave es la pintura. Cambiar el color de las paredes puede revitalizar el ambiente. Los tonos neutros o pasteles son ideales para aportar luminosidad y sensación de amplitud, mientras que una pared destacada en un color vibrante puede convertirse en el elemento central del baño.

Otro enfoque económico es actualizar los accesorios. Renovar griferías, espejos o luces puede transformar completamente la estética del espacio. Optar por materiales de imitación o diseños modernos puede ofrecer un look contemporáneo sin un gran gasto.

Los elementos decorativos también son cruciales. Plantas, estantes flotantes con toallas de colores o cestas de mimbre aportan calidez y un toque personal. Pequeños cambios, como las cortinas de la ducha o los felpudos, pueden alterar significativamente la percepción del lugar.

Además, aprovechar la tecnología es muy recomendable. Hay aplicaciones que permiten visualizar cómo quedaría el baño tras la renovación, facilitando la toma de decisiones. Así, con creatividad y esfuerzo, transformar el baño en un espacio acogedor y funcional es una tarea al alcance de todos, logrando mejoras notables con un coste reducido.