Esther Cañadas, la reconocida modelo albaceteña, volvió a ser el centro de atención en su reciente visita al programa «El Hormiguero», conducido por Pablo Motos. En una noche que combinó moda, recuerdos y revelaciones, Cañadas fue invitada a desfilar por el plató, esta vez teniendo como único compañero a Petancas, uno de los robots humorísticos del programa.
La modelo compartió con la audiencia y con un siempre curioso Motos, momentos destacados de su carrera, tanto en las pasarelas como en el mundo del cine. Relató cómo fue desfilar en una espectacular pasarela de más de un kilómetro de longitud en la Plaza Mayor, reviviendo la emoción de trabajar con grandes de la moda como Chloé, Gucci, Versace, Chanel, Michael Kors y Calvin Klein. Su carrera es un reflejo de su talento y tenacidad, ganándose un lugar en el difícil mundo de la moda internacional.
Pero la noche dio un giro interesante cuando Pablo Motos decidió explorar aspectos menos conocidos de la vida profesional de Cañadas, en particular, su faceta como actriz. El presentador sacó a relucir un episodio del rodaje de «The Thomas Crown Affair», donde surgieron tensiones con la actriz Rene Russo. La interacción entre ambas en el set generó rumores de rivalidad, causados por inseguridades que Russo experimentaba al compartir escenas con Cañadas.
Frente a esto, Esther Cañadas mostró una madurez y una generosidad que trascienden las cámaras y las pasarelas. Optó por abordar el conflicto de manera constructiva, ofreciendo a Russo uno de sus vestidos para la película, un gesto que eventualmente despejó el aire y fomentó una relación más cordial entre ambas. Esta anécdota revela una faceta poco conocida de Cañadas, quien detrás de los flashes y las glamorosas apariencias, valora la camaradería y el respeto mutuo por encima de la competencia.
La aparición de Esther Cañadas en «El Hormiguero» fue una ventana a la sinceridad y humanidad de una mujer que ha saboreado el éxito mundial. Más allá de su indudable belleza y talento en las pasarelas, demostró que la verdadera esencia del éxito también radica en la capacidad de ser amable y apoyar a las personas con las que trabajamos. Su historia es un recordatorio vibrante de que, en un mundo a menudo dividido por la competencia y el egoísmo, la generosidad y la empatía pueden tejer lazos inesperados y duraderos.